Jesús Soto

Jesús Rafael Soto (1923-2005)

En Ciudad Bolívar, emblemática ciudad a orillas del río Orinoco, antiguamente llamada “Angostura”, por haber sido fundada en la parte más angosta del enorme río padre de Venezuela”, nace, en 1923, Jesús Rafael Soto, un artista venezolano que a partir de influencias cubistas y constructivistas, se convirtió en una figura mundialmente reconocida y quizá el principal representante del arte cinético y óptico.
En su adolescencia comienza a manifestar su talento y habilidades para el dibujo y logra reconocimiento como retratista, a pesar de las limitaciones de vivir en provincia, en una época donde el desarrollo y el estímulo artístico eran casi nulos.
En su afán por trascender, trabajó como diseñador de carteles publicitarios para las salas de cine de su ciudad natal y de esta forma reunir fondos y marchar a la capital del país con una modesta beca, vinculándose asimismo a un grupo juvenil de inquietudes surrealistas.
Con 19 años, en 1942, Ingresa a la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas, siendo este su primer contacto con otro ambiente cultural más desarrollado, donde tendrá de condiscípulos, entre otros a Alejandro Otero y Pascual Navarro, y el estudio del post-impresionismo francés que imperaba en la escuela, aunque queda especialmente atraído por el cubismo de Braque.
Tras cinco años de estudios egresa, en 1947 con el título de Profesor y vuelve por un corto período a Ciudad Bolívar, pero será en Maracaibo donde se radicará como Director de la Escuela de Artes Plásticas, y estrechará relaciones con el poeta Rivera y la escultora Lya Bermúdez, con quienes sostendrá tertulias sobre el acontecer cultural y artístico contemporáneo.
En Caracas, en el Taller Libre de Arte, realiza su primera exposición, en 1949. En sus primeras obras se percibe la influencia de Paul Cézanne y el gusto por la geometrización de las formas en los paisajes (Paisaje de Maracaibo, 1949) naturalezas muertas, retratos (La dama griega, 1949); y al año siguiente, escuchando los consejos del artista Mateo Manaure decide irse a París, ciudad donde residiría
hasta su muerte, en 2005.
En París, por más de una década, combina la disciplina de la investigación plástica y la participación en grupos de vanguardia con la bohemia y la vida de los cafés, en donde, según narró, se ganaba el sustento diario interpretando con su guitarra canciones y amenizando los cafés de la época y se vincula con el Op Art, movimiento artístico que se caracteriza por la exploración de las ilusiones ópticas y la manipulación de la percepción visual.
Los artistas del Op Art crean obras que parecen tener un movimiento o cambio de forma cuando se miran desde diferentes perspectivas. Estos efectos ópticos se logran a través del uso de patrones repetitivos, formas geométricas, colores brillantes y líneas angulares. Asimismo, estando en Europa pudo nutrirse culturalmente, viajar y conocer, en los museos más famosos, artistas como Van Gogh, en su viaje a Holanda en 1951 y obras posteriores al cubismo, sintiendo mucho interés por el abstraccionismo. También descubrió la obra de Paul Klee y, sobre todo, a Malevich y Mondrian, lo cual despertó en él la idea de “dinamizar el neoplasticismo y evolucionar hacia una abstracción geométrica como idea pura y que da inicio al cinetismo como movimiento plástico. Sus primeras obras muestran la búsqueda del movimiento, así como de transformar la bidimensionalidad a través de la repetición y progresión de las formas. Tal su preocupación por crear superficies de dinamismo visual en base al color, la forma geométrica y la ambigüedad forma-fondo (Composition Dynamique, 1951).

A partir de 1953 realiza los primeros trabajos de cinetismo virtual, efecto obtenido tras separar el fondo y la forma: la primera sobre una placa transparente de plexiglás y la segunda sobre una placa de madera colocada a 10 centímetros y ambas fijadas con varillas metálicas. De esos años son: La cajita de Villanueva (1955) y Espiral con plexiglás (1955). En ese año participa junto a artistas como Duchamp (“máquina óptica”), Calder, Bury, Jacobsen y otros en la célebre exposición “Le Mouvement” de la Galería Denisi René, de París.

Con su “Estructura cinética” ha abandonado el estatismo de sus anteriores obras ópticas (optical art).

En 1955 junto a Agam, Tinguely y Pol Bury, formula en sus trabajos los principios del cinetismo. En principio trata el espacio como materia plástica (Structure cinétique, 1957) y más tarde incorpora a sus piezas elementos de desecho que combina con tramas geométricas (Cubos ambiguos, 1958). A finales de la década de 1950 crea las primeras obras vibrantes y la serie Esculturas, a base de varillas que cuelgan de hilos de nylon frente a un fondo trama, con un movimiento natural que, combinado con la percepción del espectador al moverse frente a la obra, producen el efecto cinético (Estructura cinética de elementos geométricos).

Cubo, 1968 7 3/4 × 7 3/4 × 7 3/4 in | 19.7 × 19.7 × 19.7 cm

En Valencia (Edo. Carabobo) participa en la I Exposición Internacional de Pintura, realizada en el ateneo de Valencia y dos años más tarde recibe su primer premio venezolano en la Exposición Internacional de Arte Abstracto, patrocinada por la Galería Hatch, de Caracas (1957).

Penetrable Azul


Los Penetrables son grandes esculturas compuestas de hilos verticales, en las que se invita a los espectadores a deambular libremente. Esta obra interactiva se encuentra en el museo Chateau Lacoste, en Francia. Se inauguró en 1999 y es una de las muchas versiones del artista de este tipo de arte que conecta y requiere la participación del espectador. 
La magia de Jesús Soto radica en ser un verdadero transformador de realidades; esa inteligencia, ese enorme talento lo llevó a una incesante búsqueda de esa metamorfosis Su objetivo era la realización artística como estructura, como construcción que involucre al espectador y convertirlo en partícipe y activador del movimiento, tal como se puede apreciar en sus obras “Sotomagie” (1967) y sus “Penetrables”, una verdadera maquinaria plástica, destinada a absorber al observador para transformarlo metafóricamente en luz e incorporarlo totalmente en la obra (Penetrable amarillo, 1969), donde la obra y el espectador se integran. Dinámica del color (1957) y Escrituras (1963).

La Esfera de Caracas

Esta obra, también conocida popularmente como la Esfera de Soto. Se encuentra en la autopista Francisco Fajardo de Caracas. Se realizó en el año 1996, como parte de un plan para embellecer la ciudad. Actualmente representa un símbolo capitalino y es un sitio de esparcimiento.
Fue sin duda uno de los máximos exponentes de esta corriente, para él la pintura debía trascender a otra dimensión en la que el color tuviera mayor fuerza vibratoria, y donde la ambigüedad espacial fuera resultado de esta fuerza.
En la década del 60 diseñó penetrables y obras de integración arquitectónica, como la decoración del interior del edificio de la UNESCO en París (1970) y el interior del Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou.
Realizó también algunas obras públicas como los murales del edificio de la UNESCO en París, 1970. A partir de esta fecha realizó distintas estructuras cinéticas integradas en la arquitectura, como el Hall de la fábrica Renault de Boulogne- Billancourt (1975); Volumen suspendido en el Centro Banaven de Caracas (1979); Volumen virtual en el Centro Pompidou de París (1987). En la década de 1980 vuelve a estudiar la ambivalencia del color sobre el plano, según los principios de Wassily Kandinsky y de la última etapa de Mondrian, a través de cuadros de diferentes formatos sobre una trama blanca y negra (Rojo central, 1980).

Uno de los grandes logros de Soto fue convertir al espectador de la obra en sujeto activo, debido a la movilidad de la imagen envuelta en la materia creada por el artista. La visualización del movimiento y la luz constituyeron las principales motivaciones de su obra. En 1973 el gobierno de Venezuela construyó el Museo de Arte Moderno de la Fundación Jesús Soto.
En 1958 Jesús Soto se encargó del Pabellón venezolano para la Exposición Internacional de Bruselas, contribuyendo a dar una imagen de modernidad al país.
En 1960 recibe la máxima distinción otorgada en el país, el Premio Nacional de Pintura, hecho que lo libra de dificultades económicas, permitiéndole una mayor dedicación a su arte. La obra premiada fue adquirida por el Estado venezolano para la Gobernación de Ciudad Bolívar, pero lamentablemente se encuentra desaparecida.

Al igual que muchos artistas del momento, Soto se sintió atraído por el “informalismo”, corriente que surgía en oposición a lo geométrico y tecnológico de las corrientes abstractas y constructivas. Fue una brevísima pasantía y rápidamente regresó a sus cauces cinéticos; así en 1963 produce sus “Escrituras” y en 1965 sus “Vibraciones inmateriales”. Entre estas dos fechas participa en las Bienales de Sao Paulo y de Venecia, en las cuales recibe sendos premios.
Estas experiencias aparecen integradas al diseño que hace nuevamente del Pabellón venezolano para otra feria internacional, esta vez la de Montreal, en 1967. Ya en 1965, la afamada Galería Signals, de Londres, había presentado su obra en una exposición que va a significar el inicio de un reconocimiento mundial.
En efecto, cuatro años más tarde, en 1969, será el Museo de Arte Moderno de París quien le otorgará un segundo reconocimiento a la importante obra de Soto, para el momento interesado en los llamados “Penetrables”, estructuras colgantes en que lo táctil y sonoro envolvían la participación recreativa del público.
En Venezuela, a través del Museo de Bellas Artes de Caracas, en 1971, se realiza la primera gran retrospectiva de Soto, remontada al año siguiente en Bogotá, y que en 1974 es remontada y ampliada en Nueva Cork por el Guggenheim Museum. Esta última exposición puede ser considerada como la de la Consagración de Soto como figura de primer orden en el cinetismo.

También Soto ha dejado obra de integración arquitectónica, en particular durante la década del 70; en Caracas realiza una obra de conjunto para el edificio Carriles, para el Parque Central y para el “Cubo Negro”. Fuera del país, en 1973 realiza el Hall de entrada de las fábricas Renault, en París, así como también el Hall del edificio sede de la Unesco de la misma ciudad, (1970).
Fue nombrado Consejero Honorario Vitalicio de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos de la Unesco (1980) y su biografía y obra están incluidas en la Enciclopedia Larousse.

jesus soto

Actualmente, la obra de Jesús Rafael Soto está representada en los principales y más prestigiosos museos del mundo, tales como el Museo Ludwig de Colonia, Alemania, el Centro Georges Pompidou de París, el Tate de Londres, la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma y el Museo de Arte Moderno de Nueva York. así como el otorgamiento de la Medalla Picasso, por parte de la UNESCO.
Jesús Rafael Soto, falleció a los 81 años de edad, en su residencia en París, el 14 de Enero de 2005.

Penetrable, 2004–14

Jesús Rafael Soto, Houston Penetrable, 2004–14, lacquered aluminum structure, PVC tubes, and water-based silkscreen ink, the Museum of Fine Arts, Houston, Museum purchase funded by the Caroline Wiess Law Accessions Endowment Fund. © Estate of Jesús Rafael Soto. Used by permission. Photograph © The Museum of Fine Arts, Houston, Thomas R. DuBrock, photographer.

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