Qué es un NFT: arte digital

Qué es un NFT: la explicación fácil del sistema que certifica el arte digital

La tecnología NFT, apoyada en blockchain, ha tenido un impulso importante tras la apuesta de artistas de renombre y creadores de contenido como Willyrex.

Perez Art Museum PAMM
Pérez Art Museum Miami

Izan González 

Comprar un cuadro o una escultura en una subasta con su sello de autenticidad es garantía de que nos estamos llevando a casa una pieza única y original. Pero, ¿qué pasa si es un archivo digital? El youtuber de España Willyrex o el fundador de Twitter Jack Dorsey ya han utilizado la tecnología denominada NFT (Non-Fungible Token, token no fungible), que certifica que lo que estamos adquiriendo es completamente original, aunque pertenezca al intangible mundo de lo digital.

Vídeos, imágenes, GIFs, todo tipo de arte digital y hasta la primera publicación en una red social. Absolutamente todo Internet, al igual que ocurre en objetos físicos, puede ser certificado con NFT para confirmar la autenticidad. En este sentido, y teniendo en cuenta la ‘magia’ de la informática que permite duplicar casi todo, cobra una especial relevancia para poder demostrar que tenemos delante una imagen única.

El último caso, y de los más sonados, ha sido el del creador de Twitter. Jack Dorsey ha vendido el primer tuit de la plataforma escrito y publicado en 2006. Para ello, lo ha puesto a la venta utilizando un certificado NFT validando que, efectivamente, es el original. Los 2,4 millones de euros que ha pagado por él Sina Estavi, CEO de Bridge Oracle, irán a parar a la ONG Give Directly.

Y esto es solo el principio. Existe actualmente una corriente de vendedores y creadores de ‘criptoarte’, como así se denomina, que utilizan la tecnología NFT como seña de garantía en diferentes plataformas.

¿Qué es un NFT?

Para comprender cómo funciona NFT hay que saber qué es una blockchain. “Blockchain es una tecnología que apareció en 2009 junto a la criptomoneda bitcoin. La característica más importante es que permite descentralizar servicios y transacciones”, nos ha contado Víctor García Font, experto en blockchain y criptomonedas de la Universidad Oberta de Cataluña.

Uno de los ejemplos más claros que nos pone el experto es la descentralización de los pagos. Tradicionalmente, hemos necesitado a los bancos para que gestionaran los pagos hechos en formato electrónico. Bien pasando la tarjeta de crédito en un establecimiento o comprando por Internet. “Necesitamos a un banco para que reste dinero de nuestra cuenta y sume la misma cantidad a la del comerciante”.

Con las criptomonedas no, “la blockchain es una base de datos compartida entre los usuarios donde se registran las transacciones monetarias”. Directamente y sin intermediarios en modo de entidades bancarias. Las criptomonedas como el bitcoin son tokens fungibles, “quiere decir que un activo es intercambiable por otro siempre y cuando sean iguales”. Nos da igual tener una moneda concreta de un euro que tener otra, porque tienen el mismo valor. Y es ahora donde llegamos a la segunda vuelta de tuerca: NFT.

“Alguien pensó en hacer tokens no fungibles, es decir, que de verdad sea diferente un token de otro. Más parecido a los cromos y no tanto a las monedas“, nos ha comentado García Font. “No es lo mismo tener un cromo de Iniesta, no es lo mismo que tenerlo de Griezmann”. Para hacer NFT, se crearon una serie de “cromos que pueden tener propietarios”.

Un activo digital que puede tener un propietario y que sea único. “Que ese cromo en concreto sea único para ti”. Con una gran diferencia, de los cromos se hacen tiradas de cientos de ejemplares, pero en el NFT cada ‘cromo’ es único para todo el mundo.

Podríamos tener un activo digital que representara a un piso, por ejemplo”. El propietario del piso podría transferir entonces el inmueble como si fuera una criptomoneda. Este último ejemplo es, por el momento, una quimera que está lejos de hacerse realidad. “Un piso está registrado en un notario, en este caso el papel del notario lo haría la blockchain“, asegura.

Pero existen otros mucho más mundanos y realistas que puedan verse en breve. “Por ejemplo, NFT representando ropa de marca como unas zapatillas“. Uno de los usos más importantes es en el mercado de segunda mano que tan de moda está para ese tipo de prendas. “Sería una forma de saber que las zapatillas son originales”.

“Se puede vincular un NFT a un par de zapatillas concretas y que eso lo haga el fabricante. Cuando se compren por primera vez, nos pueden transferir ese token que certifica que se trata de un producto original”. En el mercado de segunda mano, cuando el comprador vaya a vender las zapatillas, deberá transferir al nuevo dueño ese token o NFT. Lo único que se necesitaría es tener un monedero de criptomonedas donde transferir ese token, que cualquier persona puede crear.

¿Y qué hay del arte digital?

Para la transferencia de archivos de arte digital el funcionamiento es exactamente igual. “Si tienes una imagen y la asociamos con un NFT, alguien puede ser el dueño de esa imagen y que quede constancia como tal en la blockchain“.

Luego el dueño ya puede hacer lo que quiera con ella. Desde ceder los derechos para grabar un anuncio o cualquier otra aplicación que se nos pueda ocurrir. “Antes ya estaba regulado a través de los derechos de autor, pero con esta fórmula está mucho más claro quién es el propietario. Se pueden crear mecanismos automáticos para recompensar a los dueños de estas fotografías“.

Las fotografías son solo un ejemplo de lo que se puede vender dentro del universo del arte digital. En el caso de los artistas, la obra digital queda asociada a un NFT. Cuando el comprador pase por caja, el mismo creador deberá pasarle la obra artística digital junto al código único que certifica la autenticidad.

Cualquier creador de contenido -en verdad cualquier persona- puede registrar su creación en la blockchain y obtener su NFT. “Existen plataformas que, a cambio de una comisión, realizan el proceso de registro”, según nos apunta García Font. 

¿Quién vende con NFT?

Este sistema ha vivido un auténtico impulso en estas últimas semanas debido a una subasta multimillonaria. La casa de subastas Christie’s vendió el 11 de marzo la primera obra de arte íntegramente digital.

Se trata de la creación Everydays: The First 5000 Days del artista Beeple, un collage compuesto por imágenes digitales tomadas en el día a día del creador. La obra alcanzó en la subasta los 58,5 millones de euros y ha sido firmada como auténtica utilizando NFT.

Otro de los actores principales del impulso NFT es la NBA a través de la venta de clips de vídeos de canastas. Un vídeo de una jugada de Lebron James se vendió hace un tiempo por 200.000 dólares. En el caso del youtuber Willyrex, ha anunciado que tendrá un total de 5 piezas certificadas por NFT con precios que van desde 1 euro hasta los 2.000. Según las imágenes que ha mostrado, son dibujos animados en tres dimensiones.

Y como muestra de que el arte digital con certificación NFT se puede aplicar en cualquier sector, tenemos el golfista Bryson DeChambeau que ha creado un total de 73 tarjetas coleccionables de 5 modelos diferentes. Estas tarjetas se encuentran disponibles en una plataforma dedicada a la subasta de este tipo de objetos digitales NFT superando los 2.500 dólares cada una al cierre del artículo.

Bryson DeChambeau ha recurrido al mercado Opensea para colgar sus creaciones, una de tantas plataformas que han crecido al calor de esta nueva moda del arte digital único. En ellas, se encuentran todo tipo de creaciones desde un céntimo de euro. Algo así como un eBay o un AliExpress del arte digital donde comprar coleccionables.

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