Una guía completa de la mejor música de ballet para niños

Si su conocimiento de la danza clásica no se extiende más allá de los episodios fílmicos de los grandes bailarines, como Rudolf Nureyev, huyendo de la tiranía soviética, es el momento de ampliarlo y por lo tanto es hora de comenzar su port de bras, que es un conjunto de movimientos básicos o colocación de los brazos, consta de 5 posiciones básicas y se recomienda aprenderlos y desarrollarlos con disciplina.
Pero si quiere aumentar su conocimiento sobre este hermoso arte escénico, es propicio compartir algunos detalles históricos sobre el ballet.
Se afirma que desde el principio, los humanos nos comunicábamos corporalmente los diversos estados de ánimo en acontecimientos, tales como bodas, defunciones, etc. Siempre como rituales o ceremonias relacionadas con las cosechas o las guerras. Con la evolución de las civilizaciones surgieron los instrumentos de percusión y algunos de viento que acompañaban esas danzas rituales.
Pero el ballet, tal como se conoce hoy en día surgió en la Italia del Renacimiento (1400-1600), Gracias a la influencia de Catalina de Médici, una noble italiana que se casó con el rey Enrique II; de allí se extendió a Francia, donde se desarrolló aún más. Los bailarines de estos primeros ballets de la corte eran en su mayoría aficionados nobles, no los profesionales con los que estamos familiarizados hoy en día. Es durante el reinado de Luis XIV, que aumenta su difusión y se crea una escuela de baile en 1661. (Real Academia de la Danza), efectuando, en 1700, una clasificación y codificación de los pasos y figuras, y en 1725 sale a la luz un Tratado de Maestros de Danza, donde se perfeccionan todas las técnicas conocidas para el momento.
Sin embargo, el papel de la música en el ballet fue secundario, con el énfasis principal en la danza. La música era simplemente una compilación de música de baile de salón. Los compositores “serios” eran los que componían sinfonías; los compositores de ballet eran vistos como mucho menos importantes o artísticos que sus compañeros.
El mundo de la música clásica es extenso; y a pesar de ello, el enfoque en lo que constituye el canon de lo clásico tiende a ser estrecho. Se considera obras de Beethoven, Mahler o Brahms como maestras, aunque algunas de las piezas más reconocibles de la música clásica provienen de otros países, como los rusos Tchaikovsky y Stravinsky, con obras hoy en día reconocidas como obras maestras para ballet.
Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1896) fue un creador revolucionario del ballet. Nadie hizo avanzar la música de ballet como él. Antes, la música de ballet era más directa y fácil de bailar, en su mayoría creada como acompañamiento para danzas. El Lago de los Cisnes de Chaikovski revolucionó la composición del ballet; fue la primera partitura de ballet creada por un compositor sinfónico. Gracias a su obra, la composición del ballet se volvió más compleja, y la música en el ballet adquirió preeminencia y se convirtió en parte indispensable de la actuación de los bailarines. A finales del siglo 19, Marius Petipa, un coreógrafo y bailarín de ballet francés, colaboró con Tchaikovsky en la creación de los ballets La Bella Durmiente y El Cascanueces e incluso ayudó a revisar El lago de los cisnes después de la muerte de Tchaikovsky.
Asimismo, uno de los contribuyentes más influyentes a la música del siglo 20 fue Igor Stravinsky (1882-1971); también ruso. A la edad de ocho años, Stravinsky asistió a una representación del ballet de Tchaikovsky La Bella Durmiente, lo que produjo en él una pasión por el ballet que duraría toda su vida. Tuvo larga vida y larga carrera, y aunque con diversidad de estilos, fue la música de ballet lo que lo ayudó a alcanzar la fama internacional.
Estos tres ballets, El pájaro de fuego (1910), Petrushka (1911) y La consagración de la primavera (1913), significaron una reforma para los compositores jóvenes en cuanto estructura rítmica y para Stravinsky el título de revolucionario musical.

música de ballet
Música para ballet

La palabra ballet la utilizó por primera vez Balthazar de Beaujoveulx, definiéndola como “una mezcla geométrica de personas que bailan juntas, acompañadas por varios instrumentos musicales” Sin embargo, Bastiano di Rossi lo definió como una especie de pantomima bailada y con música.
Hoy en día, se define el ballet como una forma de danza cuyos movimientos están basados en el control total y absoluto del cuerpo, y se recomienda empezar su práctica desde temprana edad debido a su grado de dificultad. A diferencia de otras danzas, en el ballet cada paso está codificado. Participan invariablemente las manos, brazos, tronco, cabeza, pies, rodillas, todo el cuerpo en una conjunción simultánea de dinámica muscular y mental que debe expresarse en total armonía de movimientos.

Mi niño tiene habilidades para el ballet ¿puedo iniciarlo en casa?
Si puede, aunque el primer paso debe ser tener la música adecuada, y esto es esencial, bien sea que lo esté ayudando a aprender o simplemente iniciarlo en la escucha de los grandes compositores y de la música académica. Pero lo más importante es saber que no cualquier CD clásico le servirá. Es necesario acudir a profesionales que posean una guía completa de la mejor música de ballet para niños, que incluye indicaciones útiles para orientar en cuanto a cuáles ejercicios practicar.


¿Existen piezas musicales para niños pequeños?
Algunas de las mejores obras musicales de ballet para niños tienen piezas ligeras y juguetonas, sin embargo, es recomendable que los niños mayores se beneficien y comiencen a relacionarse específicamente con la música de ballet clásico efectuando la práctica de barre, lo cual es una disciplina que se realiza con el apoyo o soporte de una barra de ballet, y se combina con ejercicios en el suelo.


¿Existen piezas musicales sólo para ballet o sirve cualquiera?
Existen partituras clásicas que fueron compuestas específicamente para la danza, o se han hecho famosas porque los coreógrafos, tradicionalmente las han empleado para ballets; y a efectos de informacíón, hemos hecho una selección de diez de ellas, que fueron compuestas para la danza, esto simplificará su escogencia de la música adecuada para su hijo. Las composiciones de Tchaikovsky: Ballet Suites, con El lago de los cisnes, La bella durmiente y El Cascanueces interpretadas por la Filarmónica de Berlín dirigida por Mstislav Rostropovich. Pero siempre nos preguntamos:


¿Cómo saber que estoy escogiendo una buena música de ballet para niños?
Si es un niño pequeño, una melodía simple y que sea familiar al oído lo anima a comenzar a moverse libremente. Pueden ser canciones de películas de Disney, canciones de rima, se prestan como calentamiento o enfriamiento a movimientos espontaneos, no muy estructurados. Y siempre hay que tomar en cuenta que muchos CD están dirigidos a un público de bailarines adolescentes o adultos, canciones que son diferentes a las adecuadas para una clase de ballet infantil.
Para calentamiento-enfriamiento, es recomendable alternar entre piezas lentas y piezas enérgicas, y en todo caso es bueno preguntarles cuáles son sus canciones favoritas y, si estas tienen buena calidad para ellos, se pueden incorporar a la clase.
Para la práctica en la barra, la mayoría de la música es clásica y tiende a ser piezas cortas. Y muchos CD de música clásica para ballet, incluyen los ejercicios apropiados, enumerados junto a cada pieza.
Si usted apoya el baile de su hijo desde casa y le gusta participar, es importante que antes de comenzar tenga escogida o en mente, una lista de reproducción, y visualizar en la fluidez de su clase, también que busque planes de lecciones de clase de baile para comenzar. Durante el calentamiento, los bailarines pueden necesitar ayuda para redirigir su enfoque y si la actividad es entre amigos, es un buen momento para incorporar música ligera para estirar.

¿Cuáles son los beneficios de la música de ballet?
Es reconocido que el escuchar música tiene muchos beneficios fisiológicos.
No solo como estimulante del centro de placer y recompensa, situado en la corteza cerebral, sino que también activa el cerebelo, que es responsable de nuestra coordinación y movimiento. Aunado a ello, la música y el baile representan una forma amena de ponerse en movimiento, ya que según la teoría de la música, ésta altera positivamente el estado de ánimo, emitiendo una señal para el movimiento y hace que la actividad física sea más agradable, lo que lleva a mejores resultados de salud del peso, la presión
arterial, el azúcar en la sangre y el manejo de los factores de riesgo cardiovascular, y una mejor calidad de vida”.

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