El Artista Alejandro Caiazza se presenta en “1000 Faces”, exposición de rostros en “Gallery 200 Sawyer Yards ” Houston Tx
Autor: José Gregorio Noroño
El artista venezolano, Alejandro Caiazza, participa en una exposición colectiva en los espacios de la Gallery 200.The Silos at Sawyer Yards, en Houston. Esta muestra, 1000 rostros, a cargo del curador y artista visual Tony Paraná, está integrada por 10 artistas, cada uno con 100 obras, que suman un total de 1000 rostros, cuya lectura gira en torno a la diversidad cultural, desde la mirada y estilo de cada pintor.
El conjunto de 100 rostros, de la autoría de Caiazza, está concebido sobre la base de su particular estilo, en el que se conjugan una pluralidad de tendencias, tales como el art brut, el neoexpresionismo, el pop, el punk y el cómic. Sus rostros no representan fielmente los rasgos físicos de las personas, bien sea la suya propia o la de otro sujeto, sino más bien la expresividad del artista, su esencia, el alma, la expresión de sus emociones y sentimientos interiores, desde la desproporción de la imagen del sujeto; sin embargo, la deformación no es total, ya que siempre hay un reconocimiento del retratado real o ficticio, bien sea a través de manchas, trazos, líneas, que indican rasgos faciales, ojos, boca, nariz, o un gesto que identifica y diferencia a un personaje de otro. Mediante las figuras deformadas, grotescasycaricaturescas, caracterizadas por un trágico humor, pudiéramos decir que Caiazza exorciza sus demonios y sus dudas existenciales, como las de otros también, creando, por consiguiente, una aterradora belleza.
Entre los artistas que han dejado huella en la configuración de su lenguaje visual, Caiazza hace referencia, en primer lugar, al venezolano Osvaldo Vigas, así como a Dubuffet, De Kooning, Karel Appel, y artistas urbanos como Keith Haring y Basquiat. De ahí que su estilo, con rasgos muy personales, transite entre el art brut ─expresión usada por Dubuffet en 1945 para referirse al arte producido por personas sin formación académica: enajenados mentales, la creación infantil, el arte tribal y popular─; y el neoexpresionismo, movimiento pictórico surgido entre 1960 y 1970, inspirado en el expresionismo alemán, el surrealismo y el arte pop, poética visual que se distingue por el uso de una paleta de colores agresivos, contrastantes; pinceladas gestuales, violentas, que producen amplias manchas y chorreados, al igual que el empleo de líneas y contornos irregulares, gruesos. El tema central es la figura humana, abordada de manera basta, grotesca; ridiculizada mediante el humor y la ironía.
Vale acotar que entre los escritores que Caiazza ha leído se encuentra Julio Cortázar, por lo que se me ocurre relacionar algunas de sus figuras con los cronopios, personajes de una serie de microcuentos de su libro Historias de Cronopios y de famas. Con relación a los cronopios, Cortázar dijo que son como un dibujo fuera del margen, un poema sin rimas; seres muy cómicos, ingenuos, desordenados, divertidos, que tienen conductas afines a la de los artistas y poetas, quienes viven al margen de las cosas. De este modo percibo a Caiazza y a los personajes de su pintura.
Ahora bien, para familiarizarnos un poco más con este artista, haré una sucinta relación de su trayectoria. Nacido en Argentina en 1972, de padre italiano y madre argentina, vivió su infancia, adolescencia y juventud en Ciudad Guayana, Venezuela, país al que emigraron sus padres cuando él apenas tenía un año de edad. Aunque Caiazza inició estudios de artes en ese país, no los culminó. Su carrera como artista comenzó en esa ciudad industrial, donde hizo su primera exposición individual, Pinturas negras, 1999, en los espacios de la Sala de Arte Sidor, que estuvo a cargo del curador Nelson Galvis.
En 2000, Caiazza toma la decisión de continuar con su carrera artística en Europa y se radica en París, ciudad en la que vivió durante 10 años. Allí realizó estudios, por un corto período, en L’École Supérieure Des Beaux-Arts de París, donde tuvo como profesor al pintor tunecino-francés Ouanes Amor, artista de estilo abstracto lírico. Quizá por no haber formalizado sus estudios académicos en arte, Caiazza prefiere definirse a sí mismo como un artista autodidacta.
Durante su permanencia en París mantuvo actividad expositiva en Francia, Italia, Japón y Venezuela. De allí migra una vez más en su vida; en 2010 parte a Nueva York, ciudad donde aún reside desarrollando y exponiendo su obra en eventos colectivos e individuales, siendo su primera individual en 2017, en la Van Der Plas Gallery, Nueva York, espacio que lo representa, titulada Loco como un lobo, curada por Nicole Lania; en ese mismo lugar, en 2023, también expuso su otra individual: Ciudad payaso.
Para finalizar, anticipo que el próximo proyecto expositivo de Caiazza, quien se mantiene reinventándose, consiste en una individual, que estará conformada por un cuerpo de trabajo con obras que él define como “piezas armadas”, es decir, collages elaborados con una amplia diversidad de materiales pictóricos y extrapictóricos, cuya temática plantea problemas sociales como la violencia, producto del animal que llevamos internamente, así como la migración y la sexualidad.
José Gregorio Noroño
Curador y crítico de arte
Bogotá, 2024