Con qué se come el arte o reticulofagia en acción

Carmen Hernández

Conferencia presentada el 31 de agosto de 2012, en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, con motivo del cierre de la exposición de la artista Argelia Bravo, titulada Aula 7. Escuela de cuadros y pepas del Comando María Moñitos. Aunque el título de esta intervención plantea muchas interrogantes, creo que la primera de ellas es plantearse: ¿cómo entender la reticulofagia en el marco expositivo que propone Argelia Bravo y el Comando María Moñitos en el Museo de Arte Contemporáneo? Como el impulso irresistible de devorar la estructura que representa la retícula, para “digerir” el arte como sistema moderno de producción de sentido que se sostiene sobre un conjunto de nociones simbólicas, reticuladas como “obra de arte” y “artista”, las cuales cuadriculan y reproducen serialmente hasta el infinito supuestas “verdades” también reticuladas, como originalidad y trascendencia, que han terminado por representar las mejores apuestas reticuladas del mercado del arte más salvaje. De alguna manera, todo el campo del arte, constituido por instituciones museológicas, galerías, fundaciones, espacios emergentes, artistas, curadores, críticos de arte, historiadores de arte, profesores de arte, filósofos, funcionarios de las instituciones museísticas, patrocinantes, periodistas y público, se organiza en una malla reticular que, afortunadamente hoy en día se distiende para crear zonas rizomáticas, cómo ésta que representa el debate estimulado por Argelia Bravo, para poner en duda esos fundamentalismos que le dan sentido. Pero, antes de continuar, cabe preguntarse: ¿qué entendemos por retícula? Como estructura, su origen deriva del uso de la cuadrícula, que se puede definir como: disposición en cuadros continuos o un conjunto de cuadrados que resultan de cortarse perpendicularmente dos series de rectas paralelas 2 . La cuadrícula da origen a la retícula como una serialidad espacial porque permite un crecimiento sin límites. La retícula representa entonces la estructura de la red 1 El título del texto es autoría de Argelia Bravo. 2 Según el Diccionario Visual de Matemáticas, la cuadricula es un: “Conjunto de líneas horizontales y verticales uniformemente espaciadas. Se utilizan cuadrículas para ayudar a dibujar gráficas o localizar puntos en una gráfica”. Cfr.: http://www.mathematicsdictionary.com/spanish/vmd/full/g/grid.htm.

cuadriculada. Además de su uso en instrumentos ópticos, ha servido como herramienta gráfica para reproducir imágenes en una escala distinta a su tamaño original, ya sea menor o mayor, como en el canon egipcio. Alberto Durero aparentemente se inspiró en la retícula damérica para imaginar una ciudad ideal a partir de una interpretación del plano de Tenochtitlan 3 . Debido a su amplia expansión en diferentes órdenes, parece necesario diferenciar sus interpretaciones: 1. la retícula como estructura o forma de pensamiento moderno (como forma disciplinaria) 2. la retícula como estructura o una nueva forma del arte (sobre todo pictórica) 3. la retícula en el urbanismo (diseño de ciudades) y como estructura arquitectónica o forma de construcción (diseño de edificaciones) 1) La retícula como forma disciplinaria Frente a la retícula como estructura de pensamiento moderno se impone la reticulofagia que cuestiona esa disposición funcional de organizar el espacio (público y privado) y el cuerpo (la conducta). Es así como podría pensarse que la reticulofagia es heredera de la antropogafia brasileña y de su influencia en la nueva objetividad concebida por Hélio Oiticica. Asimismo, en Venezuela la reticulofagia impulsó la necrofilia desarrollada por los balleneros, el arte como escultura social promovido Claudio Perna, la reticulárea de Gego, las “trochas” 4 en Argelia Bravo y muchas otras propuestas que han intentado recuperar para la experiencia artística un sentido de goce critico. 3 Alberto Durero conocía el plano de Tenochtitlan, porque fue publicado en Nuremberg en 1524, conjuntamente con la traducción de las cartas de Hernán Cortés al latín, tres años antes de que terminara su proyecto urbanístico, el Tratado de fortificaciones (1527), donde reflexionaba sobre la “ciudad ideal”. Erwin Walter Palm al respecto, comenta: “Sería, pues, una hipótesis muy seductora pensar que el plano de Tenochtitlan haya sugerido a la fantasía entusiasta del maestro alemán aquella imagen de la ciudad cuadrada con su centro dominante” (Palm, 1951: 66). Santiago Sebastián López, José Mesa Figueroa y Teresa Gisbert de Mesa también refieren que la publicación de este plano influyó en el arquitecto Heinrich Schickhardt, quien proyectó una ciudad regular en la selva Negra, llamada Freudenstadt, a fines del siglo XVI (López, Figueroa y Gisbert, 1986). 4 Para Argelia Bravo, las trochas representan “esas rutas “retorcidas” transitadas por las chicas “trans”. Frente a la cartografía impuesta por los modelos urbanos privilegiados por los procesos de modernización, que supuestamente organizan, clasifican, regulan, jerarquizan y controlan los flujos sociales para favorecer la transitabilidad y convivencia de la “ciudadanía” (los sujetos que se ajustan a la normatividad), el tránsito por las “trochas” revela la existencia de una ciudadanía paralela que habita la ciudad desde los márgenes, la hace suya desde otros lugares y con otras perspectivas. Además de la supervivencia física, las “trochas” representarían el deseo de reforzar la idea de lo “travestido” como una realidad «otra»” (Hernández, 2009: 2).

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