back to top
Wednesday, October 22, 2025
Home Blog Page 33

DC Family Foundation Presents: ArtTalk with Dedé Lins and Jennifer Inacio

Dedé Lins and Jennifer Inacio
Photo: ©️ Jennifer Inacio website

DC Family Foundation Presents: ArtTalk with Dedé Lins and Jennifer Inacio

Closing Conversation and Final Works Presentation from Artist-in-Residence Dedé Lins

“El arte de Dedé Lins (Salvador de Bahía, Brasil, 1972) es evidentemente heredero de la tradición latinoamericana vinculada al concretismo surgido de las segundas vanguardias, la marcada geometría de sus composiciones hallan antecedentes tanto en Max Bill como en Julio Le Parc.” Jordi Garrido Curador de arte / Barcelona

The DC Family Foundation is proud to present a special edition of ArtTalk featuring acclaimed artist Dedé Lins in conversation with Jennifer Inacio, Associate Curator at Pérez Art Museum Miami (PAMM). This public event, held on Wednesday, July 2 at 6:30 p.m., marks the culmination of Lins’ three-month residency with the Foundation.

Hosted at the DC Family Foundation headquarters in Coral Gables (4255 SW 7th St, Miami, FL 33134), this evening will offer guests a unique opportunity to engage with the artist as he unveils the final works developed during his residency. Complimentary valet parking will be provided.

Dedé Lins is known for his compelling integration of digital and analog techniques, incorporating leather, aluminum, rubber, and wood into his work. His visual language draws from minimalism, the Brazilian concrete art tradition, and African artistic heritage, forming a rich and textured narrative that speaks to identity, form, and material.

Joining him in conversation is Jennifer Inacio, a leading voice in contemporary curatorial practice. At PAMM, Inacio recently curated One Becomes Many, an exhibition spotlighting intergenerational legacies among Black Brazilian artists. She also serves as an ambassador for The55Project, which promotes Latin American contemporary art.

“This ArtTalk represents not only the end of a dynamic residency, but the beginning of important conversations around cultural hybridity, material exploration, and the power of contemporary art to build bridges between traditions,” said a DC Family Foundation spokesperson.

Join us in celebrating this milestone evening of dialogue, insight, and artistic reflection.

Event Details:
Wednesday, July 2, 2025
6:30 p.m.
DC Family Foundation
4255 SW 7th St, Miami, FL 33134
Complimentary Valet Parking

Follow @dcfamilyfoundation for updates

Media are welcome. RSVP requested.

Photo Credit: © Jennifer Inacio website

Re-invenciones….

Eduardo Planchart Licea
Eduardo Planchart Licea

Re-invenciones….

Eduardo Planchart Licea

El ready-made son objetos anónimos que el gesto gratuito del artista, por el solo hecho de escogerlos, convierte en obra de arte…Los ready-made no son anti-arte, como tantas creaciones modernas, sino a-rtísticos. La abundancia de comentarios sobre su significación –algunos sin duda hubieran hecho reír a Duchamp- revela que su interés no es plástico sino crítico o filosófico. Octavio Paz, La Apariencia Desnuda, la obra de Marcel Duchamp, 1973

Artistas participantes: Ani Villanueva, Isabel Cisneros, Felipe Herrera, Jesús Caviglia, Luis Alberto Hernández y Alberto Asprino

En el París de 1913 Marcel Duchamp inicia una revolución en el arte moderno con su obra Rueda de bicicleta sobre taburete y Botellero, 1914. Crea el ready-made o el objeto encontrado. Además genera acciones provocativas cuando llega a América, como con la presentación del Urinario, 1917, en una exposición. Y en la Caracas de los techos rojos de 1912, se crea el Círculo de Bellas Artes, como una protesta por el tipo de enseñanza impartida en la Academia de Bellas Artes de Caracas. Entre sus pintores destacaron Manuel Cabré, Edmundo Monsanto, Pedro Zerpa, luego se incorporaron Federico Brandt, Rafael Monasterios, Armando Reverón… Esta nueva generación asumió la pintura del paisaje y en especial del valle de Caracas, razón por la cual el crítico Enrique Planchart los llamaría “los pintores la Escuela de Caracas”.

Marcel Duchamp llegará a la concepción de que la vida es arte y viceversa, mediante la introducción y conversión de elementos de la cotidianidad en obra de arte. Esta propuesta plástica cambió el paradigma de lo que era y es el arte. Una vanguardia que influirá en tendencias como el Surrealismo, el Dadá, el Cinetismo y el Fluxus…

Re-invenciones exhibe un conjunto de piezas e instalaciones de artistas venezolanos que, a través del objeto encontrado, elaboran una renovación para provocar reflexiones en el espectador.

En Venezuela Asdrúbal Colmenárez es pionero de esta tendencia, al crear los Alfabetos poli-sensoriales, 1984, los psicomagnéticos, 1976, etc.; razón por la cual esta exposición es un homenaje a la contemporaneidad de su lenguaje plástico. Su escultura Equilibrio, 2010, es una conjunción de materiales y objetos con funcionalidades diversas, que van desde una brújula hasta un flotador, para generar en el espectador la importancia de la noción de energía que se manifiesta en el magnetismo.

Ani Villanueva transforma los polímeros y su multiplicidad utilitaria en piezas de arte. Crea una meta-realidad basada en la serialidad, como ocurre con sus mallas que evaden la perfección matemática, pues la artista deja en la obra su huella creativa y unifica discursos estéticos antagónicos como el minimalismo y el expresionismo. Se está por tanto ante una obra que logra equilibrar la racionalidad geométrica con lo simbólico de la vida.

El plástico es uno de los materiales omnipresentes en nuestra sociedad, capaz de asumir cualquier forma y uso. La artista muta en arte la frialdad de los materiales industriales con sus texturas, colores, volúmenes. Su creación se encuentra dentro de la corriente de la contemporaneidad donde las fronteras de las artes se han roto, para crear lenguajes plásticos híbridos que fusionan la danza, el teatro, la música, la escultura, la pintura, lo tecnológico y germinan una estética paralela al proceso de globalización.

Su propuesta actual se desprende de lo accesorio para crear un tejido de polímeros y alambres, que extraen belleza donde antes sólo había objetos utilitarios. Con una sensibilidad aguda, convierte mangueras de diversos grosores y usos en formas inverosímiles, gracias a delgados alambres que les transmiten estructura. Estas piezas parecieran manifestar una arqueología del futuro y a su vez tratan de exorcizar y llamar nuestra atención sobre la necesidad de crear una cultura del reciclaje en una civilización que está convirtiendo nuestro planeta en un gigantesco basurero.

“Reciclo, ensamblo amarro recreo e instalo. Salgo a cazar materiales de la vida cotidiana contemporánea, generalmente plásticos y metales no degradables que sugieren posibilidades que luego se resuelven en el taller” (Ani Villanueva, testimonio, 2010).

Es una propuesta caracterizada por su belleza contemplativa, que juega con la ilusión y las trampas visuales al componer volúmenes inexistentes. Así nos enfrenta a la realidad de que no todo es lo que parece, una sensación que se agudiza por el carácter lúdico e interactivo de algunas de sus obras.

“La experiencia de vivir, el camino andado y por andar, la introspección, la naturaleza y los seres vivos de toda índole que en ella habitamos son sin duda alguna la máxima fuente de inspiración…” (Ani Villanueva, testimonio, 2010).

Jesús Caviglia describe su concepción del objeto encontrado de la siguiente manera:
“Siempre he sentido que los objetos y lo desechado me son cercanos. De pequeño, todo el mobiliario que en mi casa caía en desuso era llevado a la segunda planta, donde de inmediato se transformaba en un nuevo juguete. Siento que lo que hago ahora es seguir jugando, pero de una manera más estructurada” (Jesús Caviglia, testimonio, 2010).

Él fundamenta su constructivismo sobre la concepción de obras a partir de objetos encontrados, con los que recrea su pasado para convertirlo en su presente. Los elementos que integran estos ensamblajes: fragmentos de puertas, ventanas, marcos… se conjugan para crear composiciones que equilibran lo diverso y fusionan lo clásico con lo contemporáneo.

Para Jesús Caviglia las armonías geométricas son el eje de su lenguaje plástico y evita una cromática de fuertes contrastes. Así, en piezas como Blanco transcurrido, 2006, dominan los ambientes vinculados a los blancos. Mientras que en la serie Maderos de adentro, 2010, su basamento constructivo son los fragmentos de puertas, donde prevalecen los colores de la madera junto a cromáticas blanquecinas y azuladas, que se van develando en cada pieza a través del lijado, gracias al cual logra efectos que buscan destacar el paso del tiempo.

“Los objetos merecen trascender, para que así trasciendan las ideas de quienes los pensaron. Reivindicar lo cotidiano es reivindicar la vida misma” (Jesús Caviglia, testimonio, 2010).

El creador resume varias etapas en cada ensamblaje: la recolección de los objetos, donde se enfrenta al encuentro de lo inesperado, de los despojos de una civilización donde todo es desechado con rapidez. En esta primera etapa, selecciona los fragmentos que integrarán los ensamblajes, y los complementa con la búsqueda de objetos en casas de anticuarios. El siguiente momento será el de la reflexión sobre lo encontrado, hasta que se despierta el proceso creador, que podría estar basado en la lectura de una novela o el estudio de elementos de una obra artística. Y en función de esto, desarrolla el ensamblaje que se caracteriza por composiciones desde donde emana expandir equilibrio: pirámides, cubos, rectángulos, cuadrados, círculos y líneas se integran en su discurso estético. Los objetos no son obligados a negar su origen, de ahí el gusto del creador por trabajar en serie y desarrollar una idea creativa, como ocurre con los Maderos de adentro. En las piezas de este conjunto se perciben espacios dentro de espacios, cuyos centros visuales son espirales ladeadas, líneas inclinadas, rectángulos, que acentúan las estructuras originales de los fragmentos del objeto encontrado.

El tejido de objetos en serie es uno de los rasgos de la obra de Isabel Cisneros. La escultura e instalación en su trabajo seriado pareciera indagar en la estructura de la materia, en las formas que se crean alejadas de nuestros sentidos y que fundamentan la vida; sus nudos y tramas o botones se asemejan a cadenas de ADN, o flores, como se manifiesta en la pieza Rhododendron Tsutsusi, 2010- Botones de plástico ensamblados con nylon-.

Es su hacer sutil, íntimo y recreador del mito del eterno femenino, como cadenas de existencias múltiples, a su vez tramadas en un delicado equilibrio. Amarre, nudo, urdimbre, trama son los fundamentos de este lenguaje que usa la técnica del tejido para alejarse de él, y moverse entre la dimensión del ser y el no ser. Al apropiarse de técnicas milenarias crea una expresividad desenfadadamente calculada. Su proceso creativo pareciera guiado por la espontaneidad y la intuición, pero también es regido por una lógica matemática inherente al tejido que le da un ritmo propio a cada pieza.

“Lo que quiero transmitir es textura y movimiento. Desde hace ocho años trabajo ensartando módulos pequeños, inspirada en las ideas de multiplicidad, adaptación, flexibilidad y economía de materiales. Asombrosamente para mí, las obras se fueron desprendiendo de su vocación abstracta de alfombras arrugadas y empezaron a animarse…” (Isabel Cisneros, 2010).

El arte contemporáneo ha asumido elementos de la cultura extraños para el arte con mayúscula, como parte de su lenguaje para adentrarse en meta-realidades y universos imaginarios. La creadora se convierte así en una investigadora de lo urbano en búsqueda de mercerías olvidadas. Entre extintos almacenes vuelven a la vida elementos disímiles con los que trama objetos escultóricos a través de la serialidad de botones, cuentas de vidrio, hilos de nylon, cintas de organza o plásticas, cierres. Con estos materiales genera un impacto estético en el espectador, que trasciende lo formal con una delicada concepción del gusto. El otro se confronta a obras integradas por materias que en un contexto distinto serían ignoradas, estos elementos y sus usos tienen una dimensión simbólica, son el inicio y el fin de un proceso. Estos tejidos escultóricos son creadores de nuevas realidades para ver, mirar y reflexionar sobre el arte y la realidad como cambio.

Lo sagrado en la obra de Luis Alberto Hernández se convierte en el centro de su lenguaje plástico, busca llenar el vacío que dejó en la civilización occidental la pérdida de la religiosidad como vínculo con el cosmos. Los relicarios son creaciones simbólicas, que se transforman en plegarias para reencontrar el sentido de la existencia y recordarnos la perennidad del alcance oceánico de la experiencia religiosa.

Estos ensamblajes y las técnicas mixtas que los caracterizan, incorporan el grabado, la pintura, la caligrafías esotéricas y objetos encontrados: caracoles, cruces, copas, sellos, rosarios, incensarios, estampas de vírgenes, rocas, que convertidos en laberintos hacen de cada obra un complejo simbólico. Discurso estético que asume en un deber ser de la multiculturalidad y sus manifestaciones religiosas y alegóricas de manera armónica a través del arte. Los objetos tradicionales que integran estos relicarios han sido buscados y encontrados por el artista a lo largo de años peregrinación por Egipto, los Emiratos Árabes, África, el Caribe, Oriente, Oceanía, Guatemala, Venezuela y Europa.

Así, uno de estos relicarios, una crucifixión, se ubica sobre una superficie mineral negra que recuerda la piedra sagrada de la Kaaba, corazón de la religiosidad islámica. En este conjunto encontraremos la copa asociada al cáliz de la Última Cena y a la búsqueda del Grial o la iluminación; también está presente en todos estos relicarios, el mundo tribal africano con sus formas, los símbolos de poder del antiguo Egipto, como son las fibras que imitan la cola del toro —icono del poder del faraón— que hunde sus raíces en la cultura y religiosidad africana.

El triángulo, el círculo y el cuadro están presentes con sus connotaciones filosóficas y esotéricas, vinculadas al helenismo y a la alquimia; al igual que lo afrocaribeño se manifiesta en los caracoles adivinatorios, ubicados en líneas y diversos ordenamientos en cada uno los relicarios; junto a nuestras raíces indígenas, a través del despliegue de los sellos yekuana y piaroa.

“En lo que a mí respecta, por mis venas corre sangre de lejanas y misteriosas estirpes africanas e hindú. Y aunque mi padre, diluido en la esencia de una historia triste anticipó el olvido de sus fuentes primordiales, el misterio permanece, convocando mis visiones para restituir su memoria” (Luis Alberto Hernández, Por un arte nómada, 2010).

Con este nuevo planteamiento de lo sagrado en la obra del artista, se hace eco de la hipótesis sobre la continuidad de lo sagrado en el arte venezolano, desde el mundo prehispánico hasta el presente, por tanto se podría decir que lo sagrado es una tendencia en la historia del arte nacional. Y muestra esta persistencia en una obra que se ha madurado desde el nigredo, hasta un acercamiento a la piedra filosofal y la filosofía Perenne, como diría Alduos Huxley.

El juego como metáfora de la existencia es parte del lenguaje plástico de Felipe Herrera, en su obra el ajedrez nos lleva hacia universos oníricos. Cada uno de los ensamblajes crea sus propias reglas y territorios, las piezas y los fragmentos de tableros plantean jugadas guiadas por una concepción estética que se fundamenta en la transmutación de lo cotidiano en simbólico, con lo que trasmite a cada obra múltiples lecturas.
“Pienso en el tablero de ajedrez como la simbología de la vida, como alegoría de la vida, porque, en principio la vida es una apuesta” (Felipe Herrera, 2010).

El artista ofrece enigmas visuales para ser descubiertos, como la mano que brota de una casilla o escaque negro, asociada a la muerte que a su vez lleva entre sus manos las huellas de la vida simbolizada en la manzana, que se vincula con la tradición judeocristiana del pecado, la sexualidad y en otras culturas con la inmortalidad.

La memoria como reinvención del tiempo se emparenta con este contexto plástico y conceptual en la presencia del reloj y del paso del tiempo. Cada acción de nuestra existencia —consciente o inconsciente— provoca una reacción, es la ley de causa y efecto y esta dimensión tiene resonancia en cada obra de Felipe Herrera a través de los complejos simbólicos que establece. Las casillas de ajedrez se convierten en sugerencia de la vida, la muerte, el bien y el mal, mediante los elementos que la acompañan: manos, rosas, corazones, raíces, péndulos, esferas, cubos. El artista transita desde el dibujo hiperrealista con toques expresionistas hasta el objeto surrealista y simbólico.

El objeto encontrado y repensado al ser recontextualizado, se hace eco de la interrogante que obsesionó la vida y obra de Marcel Duchamp ¿Qué es una obra de arte?, a lo que respondió: la vida es arte. Y esta reflexión todavía direcciona la creación contemporánea.

La obra de Felipe Herrera se encuentra impactada por la narrativa y la poesía, pues la palabra atrapa entre sus redes lo indecible: el amor, el odio, la muerte, el éxtasis. Sus piezas se caracterizan por títulos sintéticos como Maleta de memorias, 2010, o Taburete, 2010, que son poemas visuales, y que tienen sus antecedentes en Venezuela en la obra de Mario Abreu, con sus ensamblajes integrados por acumulaciones de cucharas, muñecas, tubos, objetos encontrados donde sintetizaba —en composiciones con estructura de mandala o de altar— nuestro ser colectivo y nuestra sensibilidad.

La maleta, elemento importante en el lenguaje de Felipe Herrera, está relacionada con lo transitorio de la vida, la caja como ventana y la analogía de la casilla del ajedrez, que al asociarse a objetos encontrados como un elemento propio de su lenguaje estético transforma cada obra en un juego conceptual y visual, entre lo bidimensional y lo tridimensional, donde lo que pareciera escultórico se puede llegar a confundir con el dibujo y viceversa. Las asociaciones que crea el artista a través de los múltiples elementos que integran estos ensamblajes se convierten en tensión de oposiciones.

“Impronta que surge del andar por la urbe, monitoreando esa cruda huella que se tropieza con nuestro andar cotidiano como lo son las tapas de visita de nuestros servicios básicos: luz, agua, gas, cloacas y teléfonos. Servicios actualmente convertidos en penuria y modificadores de nuestra vida, vida desde lo personal a lo colectivo, retratando a nuestro rico país como un territorio de carencias e incertidumbre.
Agua que no calma nuestra sed, luz que no ilumina de esperanzas nuestros deseos más inmediatos de realización humana.”(Alberto Asprino, 2010)

Del peregrinar por las playas del litoral, para recoger desechos traídos por las mareas, Alberto Asprino ha ido creando obras en las que el objeto encontrado se convierte en objeto contemplado, con ecos emocionales que nos llevan al surrealismo. Su territorio de búsqueda dejó de ser los despojos oceánicos, para convertirse en un artista urbano, que mira la ciudad como un totalidad inaprensible, pero donde el país representa su esencia en cada fragmento. El artista investiga la proyección psíquica del objeto, a su vez presente en nuestra cotidianidad, tal como ocurre con las problemáticas de infraestructura en las que Caracas se ha visto inmersa durante el 2010. Cómo hacer del objeto encontrado reflejo de estos nódulos, sin llegar a ser retórico sino generar reflexiones y diálogos internos en el espectador. Esta preocupación la materializó con uno de los elementos que menos llama la atención del citadino: las alcantarillas, una referencia a ese mundo subterráneo que oculta las contradicciones de la urbe. Estos mundos nos llevan a los nómadas de las calles, y a la crisis energética en que se encuentra nuestro país, que tiene un toque surrealista, pues que uno de los país de mayor capacidad productora de energía del planeta, viva una crisis energética, es una paradoja.

La re-invención del objeto de Asprino nos lleva en esta dirección a múltiples causas de una realidad absurda a través del frottage —técnica propia del automatismo y el surrealismo— de alcantarillas de agua y electricidad, obras que lo convierten en un arqueólogo urbano, a la pesquisa de la huella expresiva del objeto y no de su realidad empírica. Es un doble discurso como plantea la filosofía de Platón, cuando equipara nuestro mundo a las sombras de esencias que se proyectan sobre una pared.

Existe otra dimensión que no se debe perder de vista, y es que el proceso creativo de los frottage que realiza el artista en las aceras de Caracas, se convierte en una intervención urbana que genera sorpresas y expectativas entre los transeúntes y provoca la reflexión.

Eduardo Planchart Licea

Zanele Muholi: El Lente que Ilumina la Identidad y la Lucha LGBTQIA+ en Sudáfrica

Zanele Muholi

Zanele Muholi: El Lente que Ilumina la Identidad y la Lucha LGBTQIA+ en Sudáfrica

En el vibrante panorama del arte contemporáneo, pocas voces resuenan con la potencia, la urgencia y la belleza de la de Zanele Muholi (nacida en 1972). Esta artista visual, activista y fotógrafa sudafricana no solo captura imágenes; teje narrativas, construye puentes y, con cada disparo de su lente, celebra y documenta las vidas de la comunidad negra LGBTQIA+ de Sudáfrica, un colectivo a menudo invisibilizado y marginado.

Muholi no es una simple observadora; es una participante activa, una narradora comprometida cuya práctica artística trasciende la mera documentación para convertirse en un acto de afirmación radical. Su obra, que abarca fotografía, video e instalaciones, se sumerge con valentía en temas complejos como la raza, el género, la sexualidad y la representación. Cada pieza es un desafío directo a las normas sociales imperantes, una declaración visual que exige la visibilidad y el reconocimiento de realidades que, durante demasiado tiempo, han sido empujadas a los márgenes.

Zanele Muholi

Más Allá de la Imagen: Una Práctica Artística como Activismo

Para Muholi, el arte y el activismo son dos caras de la misma moneda. Su trabajo no solo busca ser estéticamente impactante; su propósito fundamental es político y social. En un país como Sudáfrica, donde la homosexualidad fue despenalizada en 1998 y la Constitución de 1996 fue la primera en el mundo en prohibir explícitamente la discriminación basada en la orientación sexual, la realidad en las calles dista mucho de ser idílica. La violencia homofóbica y transfóbica, incluyendo los brutales “violaciones correctivas”, sigue siendo una lacra persistente que Zanele Muholi se ha propuesto denunciar y combatir con su arte.

Proyectos como “Faces and Phases” (Rostros y Fases), iniciado en 2006, son un testimonio conmovedor de su compromiso. Esta serie de retratos en blanco y negro presenta a lesbianas y personas trans en su cotidianidad, mirándonos directamente a los ojos, con una dignidad y una fuerza inquebrantables. No son víctimas; son supervivientes, amantes, profesionales, miembros de sus comunidades. Muholi les devuelve la agencia, permitiéndoles presentarse tal como son, desafiando los estereotipos y humanizando una existencia que a menudo es despojada de su complejidad. Cada fotografía es un acto de resistencia, un archivo vital de vidas que de otro modo podrían ser borradas o simplificadas.

Autorretratos y la Construcción de la Identidad

Más recientemente, Muholi ha incursionado en el autorretrato con series como “Somnyama Ngonyama” (¡Salve, Leona Negra!). En estas obras, la artista se transforma, utilizando su propio cuerpo como lienzo y laboratorio para explorar su identidad personal y colectiva. Con atuendos y accesorios a menudo encontrados o reciclados, y una manipulación magistral de la luz y la sombra para oscurecer aún más su piel, Muholi crea imágenes poderosas que evocan la historia africana, la esclavitud, la opresión, pero también la resiliencia y el empoderamiento.

Estos autorretratos no solo son una profunda introspección; también son una extensión de su activismo. Al presentarse de formas diversas, a veces desafiantes, a veces vulnerables, Muholi subvierte la mirada colonial y patriarcal, reclamando la narrativa y la imagen del cuerpo negro y femenino. Es un acto de autorrepresentación que inspira a otros a encontrar su propia voz y a ocupar su espacio con orgullo.

Un Legado de Visibilidad y Transformación

El trabajo de Zanele Muholi es un faro de esperanza y un recordatorio urgente de la importancia de la representación. A través de su lente, no solo visibiliza a una comunidad marginada, sino que también desafía al espectador a confrontar sus propios prejuicios y a reconocer la riqueza y diversidad de la experiencia humana. Sus fotografías son un testimonio de la resiliencia, la alegría y la humanidad de las personas LGBTQIA+ negras en Sudáfrica, y un llamado a la acción para un mundo más inclusivo y justo.

La obra de Muholi ha sido exhibida en las instituciones de arte más prestigiosas del mundo, desde la Tate Modern en Londres hasta el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). Cada exposición, cada libro de fotografías, cada instalación, amplifica su mensaje, llevando estas historias vitales a una audiencia global.

En última instancia, Zanele Muholi nos enseña que el arte tiene el poder no solo de reflejar la realidad, sino de transformarla. Su lente no es solo una herramienta para capturar la luz; es un arma en la lucha por la dignidad, la igualdad y el derecho de cada individuo a ser visto, reconocido y celebrado por quien realmente es. Es un legado que seguirá inspirando y provocando conversaciones esenciales mucho después de que se apague el último flash.

Zanele Muholi

Técnicas del Arte Concreto

Rafael Montilla - Queen Moremi 2
Rafael Montilla - Queen Moremi 2

Técnicas del Arte Concreto de artistas en Sudamérica. Es un territorio fascinante donde la pureza geométrica se encuentra con la vitalidad latinoamericana.

Como mencioné, en Argentina, la Asociación Arte Concreto-Invención, con figuras como Tomás Maldonado, Alfredo Hlito, y Lidy Prati, sentó las bases con una abstracción rigurosa, enfocándose en la forma pura, el color plano y la autonomía de la obra de arte. No buscaban representar nada más allá de sí misma. Luego, el movimiento Madí, con el visionario Gyula Kosice a la cabeza, llevó esto aún más lejos con sus marcos irregulares, superficies curvas, y un interés en el movimiento y la participación del espectador. ¡Pura invención espacial!

En Brasil, el panorama también fue vibrante. El Grupo Ruptura en São Paulo, con artistas como Waldemar Cordeiro y Luiz Sacilotto, adoptó una estética más racional y casi industrial, influenciada por la matemática y la tecnología. Paralelamente, en Río de Janeiro, el Grupo Frente, donde encontramos a Ivan Serpa y también a una joven Lygia Clark antes de su fase neoconcreta, exploraba una abstracción más expresiva dentro de los parámetros concretos.

Y luego, la explosión del Neo-Concretismo con artistas como la ya mencionada Lygia Clark, Hélio Oiticica, y Franz Weissmann. Aquí, la rigidez del concretismo se flexibilizó, incorporando la experiencia del cuerpo, la sensualidad, y la interacción directa con la obra. Piensa en las esculturas interactivas de Clark o los Penetráveis de Oiticica – ¡una invitación a sumergirse en el arte!

Otros nombres importantes que podrías explorar dentro de estas tendencias incluyen a Manuel Espinosa y Raúl Lozza en Argentina, quienes también aportaron sus propias visiones al arte concreto.

Ahora, dentro de estas amplias corrientes, las técnicas específicas varían enormemente. Podrías estar trabajando con la precisión del corte limpio y la superposición de planos de color, como vemos en algunos trabajos de Maldonado o Hlito. O quizás te inclinas por las estructuras modulares y la exploración del espacio a través de la repetición, similar a la obra de Sacilotto. Tal vez incluso estás experimentando con materiales no convencionales o buscando involucrar al espectador de manera táctil o participativa, ecoando el espíritu neoconcreto.

¿Qué técnicas se usan en el arte abstracto?

El arte abstracto abre un abanico inmenso de posibilidades técnicas, donde la representación se desvanece y la expresividad reside en la forma, el color, la textura y la línea puras. ¿Listo para explorar algunas de ellas?

Algunas técnicas comunes incluyen:

  • Action Painting (Pintura de Acción): Piensa en Jackson Pollock y sus enérgicos goteos y salpicaduras. Se trata de la fisicalidad de la aplicación de la pintura, capturando movimiento y emoción cruda.
  • Color Field Painting (Pintura de Campos de Color): Aquí, el foco está en grandes áreas planas de color para evocar atmósferas y sentimientos. Las inmersivas telas de Mark Rothko vienen a la mente. Es sobre el impacto puro del tono.
  • Abstracción Geométrica: Implica el uso de formas geométricas – líneas, cuadrados, círculos – para crear composiciones no representacionales. Piensa en las cuadrículas de Piet Mondrian o las pinturas de borde duro de los artistas concretos que discutimos.
  • Impasto: Aplicar la pintura de forma gruesa para que sobresalga de la superficie, creando textura y pinceladas visibles. Añade una dimensión táctil al trabajo.
  • Pouring (Vertido): Acrílicos fluidos se vierten directamente sobre el lienzo, permitiendo que la gravedad y el azar creen patrones únicos. Es una danza fascinante entre el control y el dejar ir.
  • Collage y Mixed Media (Técnica Mixta): Incorporar diversos materiales como papel, tela u objetos encontrados sobre el lienzo para añadir textura, dimensión y capas conceptuales.
  • Sgraffito: Rascar una capa de pintura húmeda para revelar el color de abajo, creando líneas y textura.
  • Enmascaramiento y Stenciling (Estarcido): Usar plantillas o cinta de enmascarar para crear bordes definidos y formas precisas dentro de la composición abstracta.

Peter Halley: Un Viaje Espejo en el NSU Art Museum

Peter Halley- Un Viaje Espejo en el NSU Art Museum-

Peter Halley: Un Viaje Espejo en el NSU Art Museum

Desde que el arte me ha acompañado, la geometría y los colores vibrantes siempre han capturado mi espíritu, transformando lo que veo en una experiencia que roza lo onírico. Esta fascinación se encendió de manera extraordinaria durante mi visita a “The Mirror Stage” de Peter Halley en el NSU Art Museum Fort Lauderdale. Más que una exposición, es un universo donde cada tono y cada forma te envuelven en un sueño de colores puros y deslumbrantes.

Un Escenario Reflectante y Envolvente

La exposición, que estará abierta al público desde el 8 de septiembre de 2024 hasta el 12 de enero de 2025, es una instalación inmersiva y específica para el lugar, encargada especialmente para las amplias galerías del segundo piso del museo. Al cruzar el umbral, uno se adentra en un juego de espejos, un “universo duplicado” concebido magistralmente por Halley. La disposición es ingeniosa: dos espacios casi idénticos, accesibles por puertas separadas en los extremos opuestos de una gran galería rectangular. Una pared divisoria central impide el paso directo, obligándonos a ir y venir entre las entradas para experimentar la totalidad de la instalación.

Esta “escena del espejo” se amplifica con paredes laminadas en vinilo altamente reflectante. Los lienzos monumentales de colores neón y las cuadrículas de paneles texturizados de tonos brillantes se combinan para crear una experiencia vívida e inquietante, donde navegamos entre el espacio real, el pictórico y el virtual. Es una danza entre la percepción y la ilusión, un festín para los sentidos que te hace sentir como si estuvieras flotando en un sueño lleno de luz y color.

La Audacia del Color en la Era Digital

Peter Halley, figura central del movimiento neo-conceptualista de los años 80, desafió la noción de que la pintura estaba muerta. Revitalizó la abstracción con composiciones que, lejos de ser meros ejercicios formales, se basan en formas socialmente construidas y controladoras, como “prisiones” y “celdas”, interconectadas por “conductos”. Su elección de pinturas sintéticas, anti-naturalistas, fluorescentes y metálicas (mezcladas a su medida por Golden Artist Colors), junto con el aditivo comercial Roll-a-Tex para añadir textura a la superficie, ancla firmemente su obra en la era tecnológica. Es esta materialidad, especialmente los pigmentos DayGlo que convierten la luz ultravioleta en un ingrediente mágico, lo que le otorga a sus obras ese brillo y esa intensidad tan particular.

Desde mediados de los 90, Halley fue pionero en el uso de impresiones digitales de tamaño mural en sus instalaciones específicas, demostrando una constante evolución y una aguda conciencia de cómo el entorno construido y virtual moldea nuestra experiencia. Sus siluetas arquitectónicas, los colores resplandecientes y las superficies brillantes dirigen el movimiento y la percepción del espectador, agudizando la conciencia de los aspectos controladores de nuestros entornos urbanos.

Ecos de la Historia y un Brillo Inolvidable

La curaduría de Bonnie Clearwater, Directora y Curadora en Jefe del NSU Art Museum, ha logrado presentar una muestra que es el “Roll-a-Tex sobre el pastel cubista”, en palabras del crítico Bruce Helander. La exposición nos permite vislumbrar cómo la vibrante paleta de Halley, con sus formas confrontativas y contrastantes, se alinea con la audacia cromática de maestros históricos. Uno no puede evitar recordar el fulgor casi DayGlo de los atardeceres de Monet sobre el Parlamento de Londres o la saturación explosiva del “Atardecer” de J.M.W. Turner. Incluso se traza una curiosa conexión con la marca Tide, que revolucionó el atractivo visual de sus productos con colores brillantes, similar al impacto que las obras de Halley generan.

La exposición histórica de Halley en la Galería Sonnabend en 1989 es un testimonio de su impacto. Aquella muestra de cuadrados entrelazados y empapados en pinturas DayGlo fue una revelación, audazmente efervescente y simple en su composición, que bebía de influencias tan diversas como Albers, Mondrian o Riley, y marcó una clara partida del dominante Neoexpresionismo de la época.

La Experiencia del “Escenario Espejo”

La elección de materiales de Halley es un sello distintivo. El uso de Roll-a-Tex, un aditivo que crea una superficie táctil, junto con la aplicación de pintura con rodillo en lugar de pincel, deliberadamente evita la marca tradicional del artista, enfatizando lo mecánico sobre lo personal. Esta decisión se alinea con sus objetivos conceptuales, transformando los lienzos en formas geométricas que representan la energía implacable y el confinamiento de la vida urbana.

El NSU Art Museum proporciona el telón de fondo perfecto para estas monumentales instalaciones. Al ascender la gran escalera hacia el segundo piso, ya se puede sentir el “resplandor reflectante del espectáculo”, invitando a los curiosos a explorar los espacios que prometen un fenómeno nunca antes visto. “The Mirror Stage” no es un simple conjunto de cuadros; es una configuración poco convencional de deslumbrantes combinaciones de color y formas ingeniosas que se superponen, convirtiendo esta intrigante obra en una fuerte contendiente al espectáculo más brillante del mundo.

La exposición “Peter Halley: The Mirror Stage” es una experiencia inmersiva que nos recuerda el poder transformador del color y la geometría, y cómo el arte puede llevarnos a un estado de asombro y de ensueño. Es una cita ineludible para cualquiera que busque no solo ver arte, sino sentirlo y vivirlo.

Image sources: NSU Art Museum

Currently on View at NSU Art Museum

Museum Hours:
Sunday: Noon – 5pm
Tuesday-Saturday:
11am – 5pm

Sunny Days/Starry Nights: Free admission and extended hours the first Thursday of every month, 11 am – 7 pm.

One East Las Olas Boulevard
Fort Lauderdale, FL 33301

954-525-5500

The Riddle of the Sphinx and Other Mysteries

May 30 – September 28, 2025

A Backward Glance: Highlights from the William J. Glackens Collection

May 3, 2025 – August 2026

Dimithry Victor: The American Dream

April 12 – August 17, 2025

Christo and Jeanne-Claude Surrounded Islands Documentation Exhibition

February 23, 2025 – Spring 2026

Joel Meyerowitz: Temporal Aspects

October 4, 2024 – August 17, 2025

Seismic Shifts Under the Hammer: Highlights from Sotheby’s Now and Contemporary Evening Auction

Sotheby
Sotheby

Seismic Shifts Under the Hammer: Highlights from Sotheby’s Now and Contemporary Evening Auction

Last night, May 16th, 2025, Sotheby’s presented a compelling snapshot of art history’s transformative decades with their “Now and Contemporary Evening Auction.” The selection wasn’t just a collection of artworks; it was a curated journey through the radical evolutions that redefined artistic practice in the latter half of the 20th century and continue to resonate today. Sponsored in partnership with CELINE, the auction underscored the enduring dialogue between art and contemporary culture.

The sale thoughtfully traced a lineage, beginning with the powerful abstract languages emerging in post-war America and Europe. One could almost feel the gestural energy of Lee Krasner‘s August Petals or the rigorous geometry of Frank Stella‘s Adelante, each marking distinct yet related departures from earlier traditions. The cool, intellectual explorations of Color-Field painting and Minimalism were also present, perhaps in the serene presence of an Agnes Martin Untitled #11 or the assertive simplicity of a Donald Judd Untitled.

The explosion of Pop Art, with its embrace of popular culture and mass media, was undoubtedly a focal point, particularly with a significant offering of works by Roy Lichtenstein. From the playful deconstruction of romance comics in Nudes in Mirror (Study) and the bold graphic punch of Reflections: Art, Bonsai Tree, Still Life Tapestry (Study), and Woman: Sunlight, Moonlight, Lichtenstein’s signature Ben-Day dots and graphic sensibility felt as fresh and impactful as ever. The inclusion of Andy Warhol‘s iconic Flowers further solidified this pivotal movement’s enduring influence.

The auction also cast a light on the critical and postmodern inquiries that emerged in the 1980s and 90s. Barbara Kruger‘s text-based work, Untitled (Love for Sale), with its sharp wit and interrogation of consumerism and power, felt particularly relevant. The raw energy and poignant commentary of a Jean-Michel Basquiat Untitled and Gravestone served as powerful reminders of that era’s artistic spirit.

More recent voices also commanded attention. Danielle Mckinney‘s evocative Stand Still, Mohammed Sami‘s introspective Poor Folk II, and Michael Armitage‘s layered narrative in Mpeketoni showcased the diverse and dynamic landscape of contemporary painting. Rashid Johnson‘s Two Standing Broken Men offered a potent exploration of identity and fragmentation, while Laura OwensUntitled exemplified a more playful and experimental approach to abstraction. The intense figuration of Adrian Ghenie‘s Alpine Retreat 2 and the enigmatic quality of Ernst Yohji Jäger‘s Untitled added further layers to the contemporary dialogue.

The inclusion of sculptural works like John Chamberlain‘s crushed metal Butternut, Robert Rauschenberg‘s innovative Rigger, Jeff Koons‘s whimsical Baroque Egg with Bow, and François-Xavier Lalanne‘s charming Troupeau de Moutons de Laine demonstrated the breadth of artistic innovation across mediums.

Overall, the “Now and Contemporary Evening Auction” wasn’t just a sale; it was a carefully considered exhibition highlighting the pivotal moments that shaped our understanding of contemporary art. It served as a powerful reminder of the courage of artists who dared to break with tradition and explore new territories, laying the groundwork for the vibrant and multifaceted art world we navigate today. For artists observing these results, it’s a valuable opportunity to reflect on the ongoing dialogue between artistic innovation, historical context, and the market’s evolving appreciation.

Sonia Navarro: Tejiendo Fronteras y Territorios en la Sala Alcalá 31

Sonia Navarro

Sonia Navarro: Tejiendo Fronteras y Territorios en la Sala Alcalá 31

La Sala Alcalá 31, faro del arte contemporáneo madrileño, nos invita hasta el próximo 6 de julio a sumergirnos en el universo de Sonia Navarro con “Fronteras y Territorios”. Esta exposición, la primera individual de la artista murciana en una institución madrileña, es un viaje fascinante a través de más de tres décadas de creación, donde el textil se erige como protagonista indiscutible, aunque dialoga con maestría con la escultura, la pintura, el collage, la fotografía y las instalaciones.

Desde el primer paso en la sala, uno se siente envuelto en una trama compleja y emotiva. La habilidad de Navarro para transformar la costura en un lenguaje artístico propio es inconfundible. Telas, patrones, costuras e hilos no son meros materiales, sino los elementos esenciales de un vocabulario que la artista ha cultivado a lo largo de su carrera. Es un testimonio palpable de cómo lo que muchos considerarían un “oficio menor” se eleva a la categoría de alta expresión artística.

La muestra nos invita a reflexionar sobre la profunda conexión de la artista con sus raíces. Sonia Navarro reivindica la tradición y la artesanía, un eco de sus abuelas bordadoras, quienes le transmitieron no solo una técnica, sino una forma de vida dedicada y sacrificada. Pero esta exposición es mucho más que un tributo al pasado. Es un grito contemporáneo, una voz que defiende el feminismo a través de la autonomía de la mujer en los oficios tradicionales y que alza la bandera de la lucha climática. La presencia del esparto y los materiales de desecho no es casual; es un compromiso visible con la sostenibilidad y un recordatorio de la fragilidad de nuestro entorno, especialmente frente a la desertización.

Una de las piezas más conmovedoras, que domina la planta inferior de la Sala Alcalá 31, es un imponente tapiz de lana. Sus retazos provienen de una antigua fábrica de Lorca, superviviente del terremoto de 2011, cargados de una historia y una resiliencia que se entrelazan con la memoria colectiva. A su lado, grandes piezas de esparto desafían la gravedad al elevarse sobre los muros, ganando una ligereza simbólica que contrasta con la dureza de su origen. Navarro nos explica el valor de este material, desde la sabiduría ancestral de quienes lo recogen en el campo hasta la labor de las mujeres que lo trabajan con sus propias manos, un proceso arduo que ella abraza y donde “encaja”.

“Fronteras y Territorios” es un diálogo constante entre lo tradicional y lo contemporáneo. Cada obra es una invitación a explorar las múltiples capas de su significado, desde la forma hasta el contenido narrativo, que a menudo se entrelaza con la memoria personal de la artista. Las referencias a su hermano, cuya tetraplejia le impedía el movimiento, se manifiestan en piezas como muletas elaboradas con materiales blandos o un maniquí de extensos brazos metálicos, que transmiten la necesidad de abrigo y la imposibilidad del movimiento, pero también la resiliencia del espíritu.

No podemos dejar de mencionar los “vestidos-jaula”, situados en el centro de la planta inferior. Estas esculturas textiles, con sus cuellos altos, evocan la inmovilidad y las circunstancias de mujeres de siglos pasados que se veían abocadas a la vida religiosa. En contraste, un vestido colorido y unas sandalias, usadas por la artista en una performance, simbolizan la inmovilidad de la mujer en la sociedad en contextos específicos, invitando a la reflexión sobre las ataduras invisibles.

La reinterpretación de las jarapas es un ejemplo sublime de cómo Navarro dignifica lo desechado. Utilizando restos de algodoneras, sin poder elegir colores ni medidas, tal como lo hacían sus abuelas con harapos, la artista encuentra una belleza intrínseca en el aprovechamiento y la escasez.

La exposición también nos revela la audacia de Sonia Navarro al incorporar una máquina de coser industrial a su trabajo, adquisición posible gracias a uno de sus primeros premios. Esta herramienta abrió una nueva era en su producción, permitiéndole trazar los estratos de ciudades como Roma con hilo bordado a mano, incluso cuando una beca la llevó lejos de su máquina.

En la planta superior, la muestra continúa sorprendiéndonos con nuevas exploraciones de materiales, como el PVC, que evoca las abstracciones de José Guerrero y Miguel Ángel Campano, o el caucho y el fieltro dispuestos sobre lanas españolas y portuguesas. Los fragmentos propios de la actividad manual, con hilos colgando, son una constante que celebra el proceso y la autenticidad. Un tríptico, inspirado en un texto sobre el misticismo, nos remite a la paleta de Velázquez, Zurbarán y Goya, siempre desde el retazo y el homenaje a los desechos textiles. De hecho, uno de sus Premios BMW de Pintura fue otorgado a una de estas piezas, demostrando que la pintura no siempre requiere de un pincel.

Sonia Navarro, con su profundo respeto por los artesanos y su compromiso con la preservación de oficios ancestrales, colabora con talabarteras y bordadoras, consciente de que, cuando un taller cierra, rara vez vuelve a abrir. Sus piezas “La vida quieta” y “La vida inquieta”, que incorporan correas elaboradas por una talabartera de su pueblo, son un conmovedor tributo a la lana española y portuguesa, un material con un pasado glorioso que hoy enfrenta un futuro incierto.

“Fronteras y Territorios” no es solo una exposición; es una experiencia que nos invita a explorar la memoria, la identidad, la tradición y la contemporaneidad a través de los ojos de una artista que ha encontrado en los patrones, los hilos y los desechos una forma de expresar su mundo y conectar con el nuestro. Una visita imprescindible que teje la historia personal con la colectiva, y que nos hace pensar en las infinitas formas en que el arte puede reflejar y transformar la realidad.

Sonia Navarro-6
Sonia Navarro

Zaha Hadid: Sculpting with Space

Zaha Hadid
Zaha Hadid

Zaha Hadid: Sculpting with Space

Zaha Hadid (1950-2016) was an Iraqi-British architect who became a global force in contemporary architecture. Her designs are characterized by their dynamic forms, fluid lines, and a sense of movement that challenges the static nature of traditional buildings. Hadid’s work is a testament to the power of digital design and the potential of architecture to create immersive spatial experiences.

Hadid’s distinctive style is defined by:

  • Fluid Forms: Hadid’s buildings often feature sweeping curves, undulating surfaces, and dynamic lines that create a sense of flow and movement.
  • Deconstructivist Sensibilities: Hadid’s early work was associated with deconstructivism, a style that challenges traditional architectural conventions and embraces fragmentation and complexity.
  • Technological Innovation: Hadid embraced digital design tools and advanced construction techniques to realize her complex and ambitious visions.
  • Spatial Complexity: Hadid’s designs often create layered and interconnected spaces that encourage exploration and interaction.

Key Works:

  • Guangzhou Opera House: A building with flowing, organic forms that seem to rise from the landscape.
  • MAXXI Museum (Rome): A contemporary art museum with dynamic spaces and a complex circulation system.
  • London Aquatics Centre: A structure designed for the 2012 Olympics, capturing the dynamism of water.
  • Heydar Aliyev Center (Baku): A cultural center with a sweeping, fluid form that seamlessly blends with the surrounding landscape.

Hadid’s impact on architecture is profound. She pushed the boundaries of form and space, demonstrating the potential of architecture to be expressive, dynamic, and transformative. She was the first woman to receive the Pritzker Architecture Prize, the highest honor in the field.

Antoni Gaudí: The Architect of Dreams

Antoni Gaudí
Antoni Gaudí

Antoni Gaudí: The Architect of Dreams

Antoni Gaudí (1852-1926) was a Spanish architect whose unique style has captivated the world. His work, largely concentrated in Barcelona, is a testament to the power of imagination and the beauty of organic forms. Gaudí defied conventional architectural norms, creating buildings that seem to emerge from a dreamscape.

Gaudí’s style is often associated with Catalan Modernism, but it transcends any single label. It is characterized by:

  • Organic Forms: Gaudí drew inspiration from nature, incorporating flowing curves, undulating surfaces, and intricate details that mimic the shapes of plants, animals, and geological formations.
  • Innovative Structures: Gaudí developed unique structural systems, including the use of catenary arches and hyperbolic paraboloids, which allowed him to create self-supporting forms and open up interior spaces.
  • Vibrant Colors and Textures: Gaudí employed a rich palette of colors and textures, using materials such as ceramics, stained glass, and wrought iron to create visually stunning and sensory-rich environments.
  • Attention to Detail: Gaudí meticulously designed every aspect of his buildings, from the overall form to the smallest decorative element, creating a cohesive and harmonious whole.

Key Works:

  • Sagrada Familia: Gaudí’s unfinished masterpiece, a towering basilica that embodies his spiritual vision and architectural genius.
  • Park Güell: A whimsical park featuring colorful mosaics, organic forms, and panoramic views of Barcelona.
  • Casa Batlló: A residential building with a facade that resembles a dragon’s scales and interior spaces filled with flowing lines and natural light.
  • Casa Milà (La Pedrera): An apartment building with a stone facade that evokes the image of a quarry and a rooftop featuring sculptural chimneys.

Gaudí’s legacy extends beyond his individual buildings. He redefined the possibilities of architecture, demonstrating that it can be both functional and poetic, both innovative and timeless. His work continues to inspire architects and artists around the world.

MILAGROS BELLO: CURATING AS AFFECTIVE RESISTANCE 

Dr Milagros Bello Photo courtesy @Leslie Gabaldon
Dr Milagros Bello Photo courtesy @Leslie Gabaldon

MILAGROS BELLO: CURATING AS AFFECTIVE RESISTANCE 

Interview by Rafael Montilla, artist and editor

“Curating is not just a practice — it’s an act of intellectual and emotional resistance. It demands listening, engaging in dialogue, and creating space for what remains unspoken.”
— Dr. Milagros Bello

In this intimate dialogue, Dr. Milagros Bello offers a thoughtful reflection on her curatorial practice, which is profoundly anchored in affect, fragmentation, and co-authorship. Through her work, Bello deconstructs traditional hierarchies, challenges museography norms, and envisions curatorial spaces as sites of encounter, where art is experienced as a living, dynamic body. From MIA Curatorial Projects in Miami, she has cultivated a critical, affective, and transdisciplinary approach that reshapes the viewer’s engagement and redefines the role of contemporary art within society.

Dr. Milagros Bello is a prominent independent curator, art critic, researcher, and sociologist of art. Based in Miami, she is the founder and director of MIA Curatorial Projects (formerly Curator’s Voice Art Projects, established in Wynwood in 2010), an independent curatorial platform for critical thought, experimentation, and visual resistance. She earned a Ph.D. in Sociology, specializing in the Sociology of Art, and a master’s degree in art history from the Sorbonne (Université de Paris I and Paris VII, France), along with a degree in Clinical Psychology from the Central University of Venezuela. 

Dr. Bello has curated extensively in the U.S. and internationally, with notable projects including Americans: Current Imaginaries (2022) and Americas. Land of Dreams (2024), both presented at the European Cultural Center during the 59th and 60th Venice Biennales. She is a member of the International Association of Art Critics (AICA) and the National Federation of Psychologists of Venezuela.

A former university professor for over a decade, she taught critical theory, contemporary art history, and visual culture at institutions such as Florida International University (FIU), Florida Atlantic University (FAU), The Art Institute/Miami, and Istituto Marangoni/Miami. Beyond curating, she is a published writer, art lecturer, and mentor to emerging artists, committed to fostering critical discourse and artistic development.

Rafael Montilla: Milagros, what defines the approach that guides your curatorial work at MIA Curatorial Projects?

Milagros Bello: I work from a critical, multilayered perspective that brings together different modes of thinking. The works I exhibit are not illustrations of a thesis, nor visual footnotes to a concept. They are affective material, embodied archives, fugitive gestures. I am interested in letting artworks speak for themselves—as living presences—rather than reducing them to conceptual representation.

RM: Your exhibitions tend to resist traditional narrative structures. How do you shape the viewer’s experience?

MB: I avoid linear narratives and authoritarian chronology. Instead, I construct unstable cartographies where affective ecologies and everyday micro-repair practices intersect. The viewer’s engagement emerges not from passive contemplation, but from active implication—through listening, slowing down, and connecting with the inner body.

RM: How do you position yourself in relation to traditional museography devices?

MB: I deconstruct them. I question the vitrine as an illusionist and hierarchical façade, and I challenge the authority of the wall text as an imposed discourse. My curatorial spaces are permeable and open to tension—where media, materials, and scales clash and converse. Fragility, encounter, and discovery become central. I aim to create visual fields of circulation rather than interpretive closure.

RM: What does your collaborative process with artists look like?

MB: Dialogue is at the heart of my practice. I reject the notion of the curator as a singular authorial voice. I dissolve hierarchies to co-create curatorial narratives with the artists. My approach is situated, affective, and connective. I see every form of exhibition as a gesture of care—a way to nurture relationships between the work and its maker.

RM: As a scholar and independent thinker, how do you approach contemporary art?

MB: Through a transversal and holistic lens. I’m passionate about generating counter-dialogues—experimenting with works, performance, music, challenging established frameworks and opening lateral interstices in where new, sensorial connections with art can arise. I aim to introduce moments of tension or disruption within the viewer’s usual perception — a friction that interrupts passive observation and encourages a direct, active engagement with the unexpected. My curatorial practice is not about presenting art as mere spectacle or aesthetic comfort; it’s about activating a space of questioning. Unexpected works visual contrasts can enhance perception.

RM: What role does MIA Curatorial Projects play in your broader curatorial vision?

MB: More than a formal exhibition venue, MIA is a transitional space site of listening, learning, and visual discovery. The installations break scale, provoke dissonance, and create unexpected points of contact. I invite the viewer to pause, to wait for the work, to step away from the productivity speed of image consumption and enter its immanent, invisible core. It’s a matter of immersive perception to the work.

RM: How would you describe your interpretive approach to art?

MB: I don’t curate from a traditional interpretive stance. My exhibitions function as poetic dialogic micro-narratives or fragments of dialogue between artists and curator. They are open fields of resonance, not containers of fixed meaning.

RM: Lastly, do you view curating as a political or ethical act?

MB: Absolutely. Curating can be a subtle form of resistance. It is a way to map out alternative worlds from the margins, from the body, and from shared creation. Resistance also means care—listening, holding space, and making room for what has yet to be said.

Milagros Bello, Ph.D.
Director and Chief Curator
MIA Curatorial Projects
📍 6945 NE 3rd Avenue, Miami, FL 33138
🌐 www.miacuratorial.com
📞 +1 786 357 0568

Follow her on Instagram: @milagrosbellocurator / @miacuratorial
Contact:
[email protected]

Page 33 of 220
1 31 32 33 34 35 220

Recent Posts