Definición de Apolíneo y Dionisíaco

Para muchos artistas y filósofos la mitología griega ha sido una permanente fuente de inspiración. En este sentido, el filósofo Friedrich Nietzsche (1844-1900) tomó como referencia simbólica a los dioses Apolo y Dionisos para exponer su visión sobre el arte y la cultura occidental. La primera mención a ambos dioses apareció en su obra “El nacimiento de la tragedia”.

Perez Art Museum PAMM
Pérez Art Museum Miami

Lo apolíneo y lo dionisíaco
Para Nietzsche estos dos adjetivos sirven para calificar las distintas manifestaciones artísticas. Lo apolíneo expresa las formas acabadas y bellas que se manifiestan en las artes figurativas, mientras que lo dionisíaco se refiere a aquellas manifestaciones artísticas basadas en el ritmo y la pasión. Por lo tanto, se trata de dos fuerzas creadoras o dos tipos de energía que utiliza el artista como forma de expresión para plasmar sus anhelos e inquietudes.

El dios Apolo sirve como símbolo para explicar el arte que busca la perfección en las formas y la claridad conceptual, tal y como ocurre con la arquitectura clásica, la pintura figurativa o la poesía con una métrica convencional. Estas manifestaciones artísticas son apolíneas porque se fundamentan en un anhelo de sabiduría y serenidad estética.

El dios Dionisos representa las pulsiones y los instintos primarios. Así, en el arte destaca por su componente pasional, tal y como se pone de manifiesto en algunas danzas, en la música primitiva y, en definitiva, en cualquier expresión artística que pretenda conectar con las pulsiones humanas más profundas.

Dos símbolos que se complementan
Para Nietzsche no se trata de símbolos totalmente antagónicos, pues en todo arte hay componentes apolíneos y dionisíacos. El filósofo viene a decir que la fuerza inspiradora del dios Apolo lleva en su interior a Dionisos y, a la inversa, cualquier manifestación dionisíaca esconde un componente apolíneo.

En el ámbito educativo
Las reflexiones de Nietzsche sobre ambos conceptos pueden servir como referentes válidos para la educación. Así, cualquier modelo educativo debería incluir ambas fuerzas creadoras. Lo apolíneo está presente en la claridad conceptual y en los aspectos formales del proceso de enseñanza-aprendizaje, mientras que lo dionisíaco late en las emociones más primarias del individuo. En otras palabras, aprendemos con la razón simbolizada en el dios Apolo y con la pasión de inspiración dionisíaca.

La visión de Nietzsche conecta con el planteamiento de Freud
Para Freud los esquemas mentales individuales se dividen en tres dimensiones: el ello, el súper-yo y el yo.

– El ello es la parte primaria de nuestra psique y busca la satisfacción de los placeres más básicos y por este motivo esta dimensión del individuo presenta una fuerza dionisíaca.

– El súper yo es la parte de nuestra psique donde se incorporan las normas morales que rigen el conjunto de la sociedad y de alguna manera esta dimensión estaría asociada a lo apolíneo.

– El ello y el súper yo se encuentran en un permanente conflicto (lo que queremos hacer y lo que debemos hacer) y entre ambos estaría la tercera estructura mental, el yo.

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