Rafael Montilla: imagen puente de amor.

Las imágenes del fotógrafo Rafael Montilla producen un efecto seductor a la mirada. Esa seducción de la imagen, agregando el anzuelo de la ciudad amada, induce a la exploración de la esencia analógica de lo fotográfico que no implica solo seducir la mirada de lo que se queda de ilusión de lo real en lo que ella representa, sino que, sin perder su libertad de representación, la fotografía incita a encontrar el mensaje que asoma en la punta del iceberg de la imagen que flota en la superficie fotográfica de lo que ella da a significar.

Una de las fotografías más austeras de Rafael Montilla, en I love Miami, focaliza un sentido metafórico del mensaje: ese alineamiento de piedras, especie de puente o lengüeta empedrada que entra en las aguas, hace un triángulo con la visión en una perspectiva, de lo cercano a lo lejano, a través de un camino que avanza en el mar hacia un indefinido horizonte. Cada elemento se hace símbolo. El titulo de la fotografía “Llegar a la punta” agregan un significado lingüístico a la imagen, reforzando el sentido de  lo que hay leer en ella: superar los tropiezos o piedras del camino, cuando anhelamos alcanzar “la punta” (objetivo, cúspide, meta). La imagen nos dirige la visión hacia una lectura del espacio entre símbolos (piedras, puente, caminos en la mar) de un imaginario que, consciente o inconsciente, organiza la imagen para significar un más allá de lo que ve el espectador a simple vista. Las palabras simplemente vienen a anclar uno de los sentidos posibles.

Como esa fotografía citada, la mayoría de ellas configuran una referencia pontificia del espacio urbano (Luces del puente, Los puentes unen y separan) cuya visión poetiza la estética del modelo constructivo contemporáneo de la ciudad de Miami; pero aún en aquellas fotografías donde el puente no aparece, la fotografía construye la conexión imaginaria: tierra y agua unidas por el reflejante espejo (Sunset, Mar como cielo, Sale del agua); árbol y forma arborícola de fuegos a través de las palmeras. Existen esos puntos luminosos que emergen entre las construcciones con el valor fuerte de símbolo: el amor a la ciudad  está atravesado de la luz. Bajo esa luz, el fotógrafo descubre realidades que se alinean en simetrías, perspectivas y símbolos que se asimilan a las artes de la contemporaneidad. Las formas y colores, en Los arcos y Los puentes unen y separan, son imágenes de proyectivas del diseño escultural en las vías de comunicación citadina.

El arte de Rafael Montilla construye el puente de la imagen al sentido. Fija el paso al mensaje que emerge entre la captación espacial de Miami a través del lente tecnológico y la comunicación artística que dirige el hallazgo fotográfico hacia una retórica o una simbólica para construir el mensaje que leemos en la imagen. “Llegar a la punta” es una imagen con ese agregado verbal que apunta a la travesía, pisando y tropezando piedras en el camino, hasta acceder, después de tantos tropiezos y dificultades,  a un objetivo en el horizonte de la vida. Las luces que aparecen a través de puentes, rayos de la rueda de la bicicleta, arboles iluminados, son parte de una simbología luminosa del amor, tanto hacia la ciudad como hacia la fotografía. Esa es la misión de la fotografía para Rafael Montilla en I Love Miami.

Maracaibo, 16 de agosto de 2016.

Víctor Fuenmayor: Caballero de Las Artes y de Las Letras de la República Francesa, Doctor en Semiología (Universidad Paris VII) y Miembro del AICA, Asociación Internacional de Críticos de Arte.

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