La Teoría de la percepción ecológica ll
La Teoría de la percepción ecológica, desarrollada por el psicólogo estadounidense James J. Gibson en la segunda mitad del siglo XX, propone una perspectiva revolucionaria sobre cómo percibimos y entendemos el mundo que nos rodea. En contraste con enfoques anteriores que enfatizaban la percepción como un proceso pasivo de recibir información sensorial y formar representaciones internas de la realidad, Gibson postuló que la percepción es un proceso activo y dinámico, profundamente arraigado en la relación entre el organismo y su entorno.
Una de las ideas centrales de la teoría ecológica es el concepto de “campo de información” o “campo perceptivo”. Gibson argumentó que el entorno contiene una variedad de pistas perceptivas, o “affordances” en términos de Gibson, que informan al observador sobre las posibilidades de acción disponibles. Estas pistas incluyen características como la textura de una superficie, la relación entre objetos y la distribución de la luz en el ambiente. Según Gibson, los seres humanos no solo perciben estas pistas sensoriales, sino que también las utilizan de manera activa y directa para guiar su comportamiento y tomar decisiones en tiempo real.
Similar a la Teoría de la Gestalt, la teoría ecológica reconoce que la percepción no es simplemente una suma de partes sensoriales, sino que está influenciada por la organización y la estructura del entorno perceptivo. En lugar de ver la percepción como un proceso de construcción interna de representaciones mentales, Gibson postuló que los seres humanos están inmersos en un mundo perceptivo rico y dinámico, donde la percepción y la acción están entrelazadas de manera inseparable.
Además, al igual que la Gestalt, la teoría ecológica enfatiza la importancia del contexto y la relación entre el observador y su entorno. Reconoce que la percepción está influenciada por factores como la distancia, el movimiento, la iluminación y la estructura del entorno, y que estas influencias son esenciales para comprender cómo percibimos y actuamos en el mundo.
La Teoría de la percepción ecológica de Gibson ofrece una perspectiva única y profundamente influyente sobre la percepción humana, destacando la importancia del entorno perceptivo en la formación de la experiencia sensorial y el comportamiento. Al igual que la Teoría de la Gestalt, subraya la idea de que la percepción es una actividad activa y dinámica, enraizada en la relación entre el organismo y su entorno.