A lo largo de la historia, la humanidad ha querido profundizar en los orígenes de la vida sobre la tierra o en los mitos referentes a las diversas religiones, lo cual indica que el ser humano busca siempre un motivo de adoración y religión; prueba de ello la obtenemos en los primitivos habitantes del mundo, que adoraban al Sol, la Luna y a muchos animales.
Sobre el tema numerosas líneas se han escrito y muchos han sido los autores e investigadores, como el mismo Darwin quien sostenía que el hombre era fruto de una evolución y negaba los mitos bíblicos.
Existen grupos, como los masones, antiguos y revestidos de un secretismo, atractivo para el común de las personas, que poseen gran información digna de conocerse; y es leyendo en algunas publicaciones que he podido hallar referencias al cubo y me permito compartirles, pensando que quizá te pueda interesar.
Parte de la información que aquí transcribo, la obtuve por el libro “El Simbolismo Francmasónico” y el Diccionario Masónico, donde se hace una síntesis de la ciencia masónica, su filosofía, leyendas, mitos y símbolos y del cual extraigo las siguientes citas:
La piedra angular de un edificio debe tener sus superficies completamente cuadradas, a fin de que los muros que sobre ella se levanten no se desvíen de la línea vertical, que es lo único que puede dar fuerza y proporción al edificio. Con las superficies perfectamente cuadradas es, como cuerpo sólido, un cubo perfecto.
Se sabe que la escuadra y el cubo son dos símbolos importantes y significativos. La escuadra es el emblema de la moralidad y el cumplimiento estricto del deber. La palabra inglesa square significa cuadrado y también escuadra. Es así como el cuadrado, como símbolo masónico enseña “a regular la conducta con principios de moral y virtud”.
Entre los griegos, era el símbolo de la perfección y la frase “hombre cúbico y cuadrado” se empleaba para designar a un hombre intachable e íntegro. Quizás sea por eso que Aristóteles decía que “quien soporta valientemente los golpes de la adversa fortuna, conduciéndose honradamente, es un hombre verdaderamente bueno y de postura cuadrada e irreprochable”.
En el lenguaje del simbolismo, el cubo significa la verdad, sabiduría y perfección moral.
La nueva Jerusalem, del libro del Apocalipsis, es descrita con igual longitud que anchura y altura.
En los tiempos primitivos se representaban todos los dioses por medio de piedras cúbicas.
Los mitólogos paganos representaban a Mercurio o Hermes con una piedra cúbica, porque era el símbolo de la verdad. Por su parte, los israelitas dieron la misma forma al tabernáculo, dedicado a la morada de la verdad divina.
El Cubo y la Esfera
La Esfera, al poder girar libremente hacia cualquier dirección, es una forma completamente dinámica y, considerada como la más perfecta parábola material de la misma esencia divina. Origenes decía que las almas, cuando entran en el Paraíso lo hacen rodando, «pues la Esfera es el más perfecto de todos los cuerpos». Cada uno de los puntos de su superficie dista lo mismo del centro; esto ya implica regularidad y orden.
Sin embargo, al mismo tiempo existe en esta figura una paradoja, ya que la Esfera procede de la irradiación de un punto central hacia el exterior, como una explosión. Donde cada punto de la superficie no es sino un punto unido por un radio al centro, lo que, en otras palabras, quiere decir que el centro contendrá el mismo número de puntos que la superficie exterior, es decir, infinito número de ellos
En cuanto a figuras geométricas, el Cubo, se opone visiblemente a la esfera, porque siendo ésta “la más móvil de las figuras geométricas”, el Cubo sería “la más estable” de todas las formas; parece sugerir inamovilidad y, apoyado en cualquiera de sus seis caras, es el símbolo de estabilidad completa, pero también de materialidad.
El proceso de formación de un Cubo es sensiblemente diferente. Un punto en desplazamiento genera una línea recta, una línea recta, a su vez, desplazada, genera una superficie y ésta un volumen. La proyección de cada una de las caras del Cubo así constituido, marca las seis direcciones del espacio; siendo la séptima el propio Cubo de origen.
Muchos arquitectos, de diferentes culturas han tomado en cuenta estas asimilaciones. Y esta complementariedad se aprecia en las construcciones árabes tradicionales formadas por una semiesfera superpuesta a un cubo.
El Cuadrado y el Círculo, a pesar de ser figuras trazadas de diversa forma, y aun siendo opuestas en sus significados y calidades, siempre terminan por ser relacionadas entre sí. Relacionar Cuadrado y Círculo (Cubo y Esfera), equivale a reconstruir una síntesis originaria superior a cada una de las partes. Pero, si bien el problema matemático no tiene solución, no ocurre lo mismo desde el punto de vista geométrico, existiendo distintas variantes para encontrar un Cuadrado cuya superficie equivalga a la de un Círculo.
Uno de los problemas matemáticos que se han mostrado irresolubles a lo largo de los siglos es el de la cuadratura del Círculo.
¿Qué simboliza el cubo?
Uno de los símbolos más usados en nuestra sociedad, en especial el de su versión negra.
Esta simbología la podemos encontrar en todos los aspectos de la sociedad, desde la religión hasta cultura.
En la religión es bien conocido su uso en las tradiciones musulmanas y judías las cuales no se cortan a la hora de rendir pleitesía a esta forma y color particular.
La Kaaba de la Mecca es una de las representaciones más conocidas de este cubo, y la misma representa el lugar sagrado más importante del Islam, nada menos, donde es interesante observar esa especie de fenómeno hipnótico de las masas alrededor del cubo girando en la dirección de las agujas del reloj.
El cubo en la simbología masónica (Diccionario Masónico, Barcelona, 2007, pp. 151-157).
En las gestas caballerescas, Arturo demuestra su derecho innato a ser rey de toda Inglaterra extrayendo una espada clavada en una gran piedra cuadrangular situada en el altar del templo, variante de la «piedra de reyes». Este simbolismo general de la «piedra de fundamento» remite a la idea axial o «polar» y la espada a un poder viril que hay que extraer de ese principio. También puede significar liberar un poder de la materialidad.
La piedra Cúbica, en Masonería, simboliza el cumplimiento de la obra. Es el equivalente a la Sal de los alquimistas, zona neutra en la que se reencuentran y establecen las influencias opuestas que proceden del Azufre y el Mercurio. El paso de la «piedra bruta» a la «piedra cúbica» representa la elaboración que debe sufrir la individualidad para devenir «apta» a servir de «soporte» a la realización iniciática. Es la «obra al blanco» alquímica.