Jorge Rey y la sombra del plagio: El debate sobre la apropiación en la moda
El mundo de la moda y el arte siempre ha sido un espacio de inspiración y reinterpretación, donde las referencias y homenajes pueden enriquecer la creatividad. Sin embargo, cuando la inspiración se convierte en apropiación sin reconocimiento, el debate sobre la ética artística cobra fuerza. Tal es el caso del diseñador argentino Jorge Rey, quien recientemente presentó su colección El placar de la abuela en Argentina Fashion Week 2025, con un impactante performance que recuerda notablemente a Kube Man, la emblemática obra del artista Rafael Montilla.
De la inspiración a la apropiación
Kube Man es un performance artístico desarrollado por Montilla que explora la relación entre el cuerpo y la geometría desde el 2017, utilizando una estructura cúbica para desafiar la percepción del espectador. Su originalidad y fuerza visual han hecho que esta propuesta sea reconocida en diversas exposiciones y medios internacionales.
No obstante, en el desfile de Jorge Rey, los modelos desfilaron con trajes de alta costura y accesorios que evocaban claramente la esencia y el concepto de Kube Man, sin que en ningún momento se mencionara la fuente de inspiración ni se acreditara a Montilla. Este hecho ha generado críticas y un llamado de atención sobre la falta de reconocimiento dentro del circuito de la moda.
El problema del reconocimiento en la industria creativa
Casos como este no son nuevos en el mundo del arte y la moda. La delgada línea entre la inspiración y el plagio ha sido debatida por décadas. Si bien la moda es un campo en el que las referencias visuales están en constante evolución, el respeto por la autoría es fundamental. Tomar elementos de una obra ajena sin dar crédito es una práctica que debilita la ética artística y despoja al creador original del reconocimiento que merece.
El precedente del caso Sandra Hernández y Kube Man
El caso de Jorge Rey no es el primer episodio de apropiación indebida en torno a Kube Man. En el pasado, la fotógrafa Sandra Hernández (Vita Flumen) fue señalada por plagiar la estética del performance en una serie fotográfica, presentándola en exposiciones sin reconocer a Montilla como la mente detrás del concepto original. Este antecedente refuerza la preocupación sobre la facilidad con la que algunas figuras del mundo creativo toman ideas sin respetar su origen.
Más allá de la polémica: la necesidad de un cambio
El arte y la moda pueden y deben dialogar, pero este diálogo debe construirse sobre la base del respeto y el reconocimiento mutuo. Es responsabilidad de diseñadores, curadores, críticos y del público exigir mayor transparencia en la forma en que se toman referencias de otras obras.
En un mundo donde la originalidad se valora cada vez más, dar crédito no solo es una cuestión de ética, sino también una muestra de integridad profesional. Si la industria creativa quiere seguir evolucionando, debe hacerlo sobre los cimientos del respeto a la autoría.





