Viñeta de la primera Bienal de Venecia, 1895.
Viñeta de la primera Bienal de Venecia, 1895.

STRANIERI OVUNQUE – FOREIGNERS EVERYWHERE

60° Bienal de Venecia 2024

“Extranjeros en Todas Partes”

Esta frase encierra un doble significado. En primer lugar, que vayas donde vayas y estés donde estés siempre encontrarás extranjeros: ellos/nosotros estamos en todas partes. En segundo lugar, que no importa dónde te encuentres, lo cierto es que en el fondo, eres extranjero.

Cada dos años, desde 1895, la ciudad de Venecia  se engalana para la exposición artística más reconocida mundialmente: La Bienal. Esta Fundación, financiada por el gobierno italiano, es considerada, en cuanto arte contemporáneo, una de las más importantes, para Italia y el mundo, y este año se convierte en un espacio de diálogo intercultural. 

Creada inicialmente para organizar una exposición bienal de arte italiano en los actos celebratorios de las bodas de plata de los reyes de Saboya; al año se decretó un sistema de invitación por selección previa, luego se incluyó artistas extranjeros y posteriormente se abrió la admisión de obras de artistas italianos, con obras previamente seleccionadas por un jurado.

El día 30 de abril de 1895 los reyes de Italia, Umberto I y Margherita di Savoia, inauguraron la primera exposición, que tuvo una asistencia de 224.000 visitantes

A partir de las primeras décadas del siglo XX: desde 1907 en adelante, el festival se hizo más y más internacional y varios países participantes comenzaron la instalación de sus pabellones nacionales en la exposición.

Motivado a la Primera Guerra Mundial, los eventos de 1916 y 1918 fueron cancelados. Sin embargo, en 1920 retomó sus actividades con la presencia  del arte de vanguardia, especialmente impresionista y postimpresionista.

Así continuó sus actividades hasta un último evento, el año 1942, donde entró en un receso, debido a  la II Guerra Mundial. En 1948 se reanudaría la Bienal de Arte con una gran exposición, como una manera de recapitular el tiempo que estuvo en receso; con la participación de los impresionistas y muchos protagonistas del arte contemporáneo, Chagall, Klee, Braque, Delvaux, Ensor y Magritte, así como una retrospectiva del trabajo de Picasso y la invitad Peggy Guggenheim.

En el año 1949  se vio el comienzo de una atención renovada a los movimientos de vanguardia europeos y el arte contemporáneo, que penetraría  más tarde en todo el mundo. El expresionismo abstracto se introdujo en la década de 1950, y se acreditó a la Bienal con la importación del Arte Pop al canon de la historia del arte al otorgar el premio principal de la edición 32, a Robert Rauschenberg, en 1964. 

De esta manera se abrían las compuertas a la participación y la confianza de los artistas de diferentes partes del mundo, después de años de dominio de la Escuela de París.

Rauschenberg se convirtió en el primer artista norteamericano en obtener el primer Premio de Pintura de la Bienal de Venecia, contribuyendo así de manera decisiva a que el movimiento se diera a conocer internacionalmente.

Para la edición de este año 2024; el Directorio de la Bienal designó a Adriano  Pedrosa como el primer curador latinoamericano y del hemisferio sur de este importante evento artístico internacional. Al referirse a la designación, el Presidente de la Biennale di Venezia, Roberto Cicutto destacó el trabajo de Pedrosa, caracterizado por “la competencia y originalidad que manifiesta en sus exposiciones con visión a lo contemporáneo y trabajando desde una mirada del mundo que no puede desconocer la naturaleza de su lugar de origen”

Agregó que esta circunstancia, más que restringir su visión, le ha conducido a ampliar un debate que ya era imprescindible para que la Bienal abordase el arte contemporáneo y así orientarlo a dar forma a los diálogos y similitudes. De este modo poder verlo sin catalogarlo y dar forma a las contradicciones, sin lo cual el arte seguiría siendo un enclave desprovisto de savia vital, destacó Roberto Cicutto.

En emotivas palabras, Pedrosa señaló: “Me siento honrado y humilde por este prestigioso nombramiento, especialmente como el primer latinoamericano en curar la Exposición Internacional de Arte de La Biennale di Venezia y, de hecho, el primero asentado en el hemisferio sur”, “La Bienal es sin duda la plataforma más importante para el arte contemporáneo en el mundo, y es, además, un desafío apasionante y una responsabilidad embarcarse en este proyecto. Espero traer artistas a Venecia y realizar sus proyectos, así como trabajar con el gran equipo de la Bienal. Por esta oportunidad única, agradezco al presidente de la Bienal, Roberto Cicutto, así como al Directorio de la Institución”.

En su inmensa e incansable actividad, Pedrosa ha sido curador adjunto de la 24ª Bienal de São Paulo (1998); curador a cargo de exposiciones y colecciones del Museu de Arte da Pampulha, Belo Horizonte (2000-2003); co-curador de la 27ª Bienal de São Paulo (2006); curador de InSite_05 (Museo de Arte de San Diego, Centro Cultural Tijuana, 2005); director artístico de la 2da Trienal de San Juan (2009); curador de 31 Panorama da Arte Brasileira (Museu de Arte Moderna, São Paulo, 2009); co-curador de la 12ª Bienal de Estambul; y curador del pabellón de São Paulo en la 9ª Bienal de Shanghái (2012).

Y en el Museo de Arte de Sao Paulo ha curado numerosas exposiciones, entre las que se incluyen muestras individuales dedicadas a la obra de Tarsila do Amaral, Anna Bella Geiger, Ione Saldanha, Maria Auxiliadora, Gertrudes Altschul, Beatriz Milhazes, Wanda Pimentel y Hélio Oiticia, así como la serie en curso dedicada a diferentes Historias: Historias de la Infancia (2016), Historias de la Sexualidad (2017), Historias Afroatlánticas (2018), Historias de Mujeres, Historias Feministas (2019), Historias de la Danza (2020), Historias Brasileñas (2022).

Recientemente ha sido designado ganador del Premio Audrey Irmas a la Excelencia Curatorial en 2023, otorgado por el Central for Curatorial Studies del Bard College, Nueva York.

En esta oportunidad, el tono político marca claramente una Bienal en la que participan 330 artistas de 80 países y que se divide en dos secciones: el ‘Núcleo Histórico’ y el ‘Núcleo Contemporáneo’, que es la parte más grande de la exposición. 

Este Núcleo  se centra en la producción de cuatro tipos de artistas: el artista queer, que significa “extraño”, —una palabra ligada a la comunidad LGTBI— y está emparentada con “extranjero” en latín—, el artista outsider —“al margen del mundo artístico oficial”—, el artista popular y el artista indígena. 

En palabras de Pedrosa: “Yo me siento conectado a todas estas áreas, he sido un extranjero viviendo fuera de mi país y me siento privilegiado por ello, soy queer y vengo de un país y una cultura en la que los artistas populares y los indígenas, tanto en Brasil como en Latinoamérica, tienen un papel importante”. 

El presidente de la Biennale, Pietrangelo Buttafuoco, ha afirmado: ”en tiempo de guerra es necesario y urgente que los sabios, los artistas y la aristocracia del pensamiento, hagan frente a la catástrofe encontrándose… hablando…”. 

Igualmente, Pedrosa ha explicado: “La política siempre está en cada exposición artística; especialmente, en la Bienal de Venecia, que es la última Bienal que trabaja con el modelo de representaciones nacionales”.

Pedrosa recordó que hasta los años 60, 70 y 80, la mayoría de las exposiciones estaban concentradas en artistas procedentes de Europa y Estados Unidos. 

Este año, en la edición hay una gran representación de Latinoamérica, Asia, África y Oriente Medio, una selección muy centrada en el hemisferio sur, especialmente en países como México, Colombia, Brasil, Argentina, Chile, Guatemala o Irak.

Asimismo, Pedrosa, en su trabajo en la dirección del Museo de Arte de Sao Paulo Assis Chateaubriand, ha transformado ese centro de arte hasta convertirlo en un ejemplo de pluralidad. Y esta 60a edición de la Bienal de Arte de Venecia recoge la participación de 88 países y su distribución convierte la Bienal de Venecia en un espacio de diálogo intercultural.

La Bienal Arte 2024 está centrada en artistas que son extranjeros, inmigrantes, expatriados, diaspóricos, emigrados, exiliados y refugiados, especialmente aquellos que se han desplazado entre el Sur y el Norte.

La figura del extranjero se asocia al forastero, al straniero, al estranho, al étranger, y así la exposición se despliega y se centra en la producción de otros sujetos relacionados: el artista queer, que se ha movido entre diferentes sexualidades y géneros, a menudo perseguido o proscrito; el artista outsider, que se sitúa en los márgenes del mundo del arte, al igual que el autodidacta y el llamado artista folk; así como el artista indígena, frecuentemente tratado como extranjero en su propia tierra. La producción de estos artistas es el foco principal de esta Bienal, y constituye el Núcleo Contemporáneo de esta famosa Exposición Internacional.

También ha dicho que en cambiar ese dominio de los artistas masculinos y blancos ha contribuido mucho la labor de las mujeres y “ahora todos somos más conscientes de este desafío”. “Ya no puedes hacer una exposición de solo hombres, solo artistas blancos y solo artistas europeos”.  Asimismo y desde finales de los 90, ya no se puede hacer una exposición “verdaderamente internacional” sin artistas de países como México, Nigeria, India, Sudáfrica, Brasil o el Líbano, añadió. 

Eso se ha logrado, pero en el tema de la descolonización se puede hacer más, reflexionó. “¿Tenemos suficientes artistas ‘outsiders’ en la exposición? ¿Tenemos suficientes artistas autodidactas? ¿Tenemos suficientes artistas indígenas?”, se ha preguntado. “Por eso intento llamar la atención y dar visibilidad a todo tipo de artistas”. La Bienal brinda precisamente una extraordinaria oportunidad para que artistas de distinta procedencia puedan dejarse ver.

Y también es la razón por la que su trabajo en Venecia se ha enfocado en el hemisferio sur, con una atención especial a las “muchas singularidades que hay en Latinoamérica”.

“Es la presencia más grande de artistas de Colombia, Chile, Argentina, Sudáfrica, Egipto, Irak o India, y la mayor presencia de artistas maoríes, de artistas coreanos o de artistas indígenas”.

Una apuesta muy diferente para la Bienal y muy personal de Pedrosa, que considera que cada edición de esta cita debe ser “algo muy diferente” de lo anterior.

La edición 60 de la Bienal de Venecia, uno de los eventos de arte más prestigiosos a nivel global, se inauguraró el 20 de abril y permanecerá abierto al público por ocho meses, hasta el 24 de noviembre de 2024

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